28 de marzo de 2007

4-Qué???

By http://raelala.livejournal.com
Honestamente, hasta yo estoy sorprendida de lo pambolero que ha resultado ser Letras Planchadas. Seguramente porque todos (todos, todos) son expertos en futbol, incluyéndome.

Pero hoy, siendo que en realidad puse el partido como ruido de fondo mientras preparaba unos documentos que necesitaré para mañana, lo único que simplemente tenía que decir es: qué suerte la de los mexicanos en Oakland. No los que estaban en la cancha, sino los que tuvieron la oportunidad de desgarrarse la garganta cinco veces para gritar gol, para insultar al árbitro por anular uno, y la inmensa felicidad que ha de producir salir prácticamente flotando del estadio, borrachos de alegría por haber presenciado una *ahem* rara, admitámoslo, victoria de la selección nacional. Sin mencionar la cerveza, que seguramente la hubo de por medio.

Si así hubiera acabado el de Estados Unidos, juro que yo misma, la Srita. NomedejoempujarsinohayU2depormedio, me habría apersonado en el monumento a la patria a celebrar.

Ojalá algún día.

26 de marzo de 2007

Felicidad es...


Una serie escrita por mujeres para mujeres.

- I may not be cut out for bright and shiny.
- I'm not either. We can be dull and lifeless together.

23 de marzo de 2007

Nosha? Salte de mi cabeza...

Otra vez estaba en NYC, por alguna razón que no alcanzo a recordar. Lo que sí recuerdo es que estaba con the cast of Lost, específicamente Jin y Sun, pero en vez de coreanos, eran japoneses, y necesitaban ayuda para comprar (¿o reparar?) un reloj. Se me ocurrió que Kimmer podría ayudarnos, y le pasé un mensajito, pensando en qué iba a pensar de que apenas le había mencionado que a lo mejor y le hacía una visita este año y menos de una semana después le pasaba un mensajito diciéndole en qué calle estaba con una pareja de japoneses que necesitaba ayuda para comprar (o reparar) un reloj.

Y compré comida de carrito.

Nosha aparentemente ya estaba en Barcelona, puesto que esta vez no hubo cameo promocional patrocinado por la junta de turismo de NYC.

19 de marzo de 2007

Decisiones, decisiones...

La sorpresa no era la que ella estaba esperando: ahora se veía forzada a tomar una decisión. Tenía en su poder algo que él quería, algo que él le había pedido; ella no había hecho realmente un esfuerzo por conseguirlo, pero para bien o para mal, ahí estaba, viéndola desde el otro lado de su monitor.

Dárselo era buscarlo otra vez. No sabía si le convenía hacerlo. Él sólo la buscaba cuando ella le daba algo, o al menos eso creía ella, después de haberlo borrado de entre sus contactos para ya no obsesionarse con si estaba en línea o no, o si pensaba dirigirle aunque sea algunas palabras antes de darle un pretexto idiota para dejarla una vez más deseando escuchar, o mejor dicho, leer, todo aquello que ella tanto había esperado de él. Antes le escribía diario. Ahora ella había dejado pasar seis días antes de escribirle otra vez, muy casualmente, y sólo unos minutos después una ventanita se abrió, dándole las gracias por el contenido del correo.

Había soñado con ella, le dijo, y aunque no se lo dijo, ella pensó que él en el fondo tenía miedo de perderla. Una vez más, le dirigió en silencio un muy sentido "idiota", puesto que era ridículo temer perderla, cuando no estaba haciendo nada por intentar conservarla. Ella estaba harta de intentarlo, como seguramente él estaba harto de hacerle saber a medias lo que sentía por ella. Si es que algo sentía por ella, pensó.

No dijo nada. No hizo nada. En el fondo, ya sabía que no había futuro, y cada día, cada hora, y tal vez no cada minuto, pero sí más seguido de lo que querría admitir, tenía que recordarse que lo mejor era olvidarlo y seguir adelante, y dejarlo por la paz. Seguro que él la dejaría ir, puesto que bien sabía que es demasiado cobarde para luchar por las cosas que quiere. Si es que ella estaba entre ellas. "Y para qué quiero a alguien que no se atreve a luchar por lo que quiere", pensó, consciente de que más que una pregunta, hacía una racionalización.

Sacudió la cabeza y suspiró otra vez después de dirigir su pensamiento al objeto del deseo en cuestión. "No se la merece", pensó. "Pero quién soy yo para decidirlo".

Mirando a nadie en particular, deseó que alguien le dijera que hacer, y sin decir nada más, se fue a dormir, pensando en las cosas que no pudieron ser, y en las preguntas que no tenía a quién hacerle...

Estoy perdido... -Stitch.

"I risk it all, because I love you," she says, like maybe she's a compulsive gambler or something, and the minister thanks her, then tells Jack it's his turn, and Jack hesitates for about five hours, prompting a "Jack?" from the minister, and then Jack says, "I didn't write any vows," and all I can say is stand back from the Chernobyl-scale meltdown about to occur from the bride, because having recently gotten married myself, I know that when your wife-to-be asks you to do something, you do it and damn quick or risk grave bodily injury to yourself, and I can't even imagine getting up there and saying, "I didn't write any vows," if only because I couldn't imagine inviting family and friends to our wedding only to have them witness my slow and painful death on a church altar instead. And Sarah has this look of horror on her face, because she thinks what all the viewers are thinking, i.e. that Jack is about to ditch her, as he blathers on about all the trouble he had writing his vows, and wondering why that was, and figuring it's because he has trouble letting go. Then he says that maybe it's because he was scared of what would happen if he failed. "But I know one thing: I would never have been able to write anything as beautiful as what you just said," like NICE COPOUT, no-vow boy, and then he tells her that when she was talking about her accident last night, she got it all wrong: "I didn't fix you. You fixed me," and then I think he tells her he loves her and he always will, or something, but I missed it because I was throwing up all over the place.
- Daniel, sobre Do No Harm, Lost 1x20 en TwoP

Soy de las personas que llegó tarde a Lost, entre muchas otras razones, porque no la empecé a ver desde el principio. Intenté verla un par de veces, pero se me hacía que me faltaba demasiada información para entenderla. Y la dejé sin saber que me equivocaba, ya que aunque los capítulos que casualmente vi fueron el 2o y el 3o, yo ignoraba que el resto del mundo era tan ignorante como yo. Ignorantemente.

Pero bueno, las cosas y la gente pasan, y ahora la estoy viendo de corrido, y honestamente no entiendo cómo sus seguidores se han aguantado tres temporadas de secreto tras secreto y ni una sola revelación. Sinceramente, la única razón por la que sigo viendo capítulo tras otro es porque las reseñas en TwoP son tan graciosas que literalmente me doblo de la risa sabiendo que no soy la única que aprecia el tan shoddy writing.

Tres temporadas después, ¿será que los escritores tengan alguna remota idea de qué van a hacer con la serie o a dónde la piensan llevar? ¿Cómo pueden revelar los secretos que han construido durante tres largos años de manera que la gente que se los ha chupado todo este tiempo no sienta que ha desperdiciado demasiados miércoles de su vida viendo una serie sin sentido? Para esto, ¿será que algún día lo hagan?

No he hablado con ninguna persona que haya estado siguiendo Lost desde su inicio, pero de verdad me da curiosidad. Sé que los ratings han disminuido con el tiempo y los constantes fake-outs de supuestas revelaciones de secretos. Pero ¿qué opina la gente que la sigue viendo?

* * *

Mañana quiero ir al super. Siendo que no tengo en realidad nada qué hacer más que ir al super, lavar ropa y tal vez darle una lavadita a mi coche, estoy considerando ir en camión, solo para moverme de manera diferente aunque sea un día a la semana. Stay tuned.  

18 de marzo de 2007

Porque usted lo pidió...

Por fin, un sueño 100% libre de Beto Cuevas.

Tuve un sueño en dos partes, y quisiera recordarlas tan bien como lo hacía en la mañana. Todavía ayer le mencioné a alguien (a some stupid guy, para quienes lo identifiquen como tal) que con los sueños suele pasar que cuando son buenos, despertar apenas un poquito hace que toda la esencia del sueño se esfume (a Meredith Grey le consta, que no?), mientras que si son malos, puede uno levantarse a tomar agua y ver televisión 5 veces y la trama continúa.

Estaba en un hotel en NY (y sé que era NY porque Nosha apareció en mi sueño diciendo que amaba NY). Sólo recuerdo eso, y mi ropa tirada por todas partes, y algo que venía a perseguirnos, y teníamos que escapar por el elevador. Pasaban más cosas, y hoy en la mañana las recordaba todas, como suele pasar.

14 de marzo de 2007

7 semanas sin Heroes

Ya sólo faltan 6.

Quisiera expresar mi opinión sobre la absoluta vergüenza que ocurrió ayer en la ciudad de Mérida a raíz (por no decir por culpa) de la visita de GWB a Yucatán. Sin embargo, decir cualquier cosa más allá del ya mencionado "opinar es de cultos, agredir es de nacos" sólo va a llevar a párrafos y párrafos de endless ranting y a al menos una persona molesta más en el mundo.

Así que gracias, pero no gracias. Aquí pinto mi raya (no pun intended), y a los vándalos ignorantes que protagonizaron el relajito anoche, sólo tengo dos palabras para ustedes...
 

9 de marzo de 2007

Dato interesante...

Al costo y en exclusiva:
A study conducted by UCLA's Department of Psychiatry has revealed that the kind of face a woman finds attractive on a man can differ depending on where she is in her menstrual cycle. For example: If she is ovulating, she is attracted to men with rugged and masculine features. However, if she is menstruating, or menopausal, she tends to be more attracted to a man with duct tape over his mouth and a spear lodged in his chest while he is on fire.

No further studies are expected.

El Comodín (I)

El comodín es un pequeño bufón, distinto a todos los demás. No es ni trébol ni diamante, ni corazón ni pica. Tampoco es un ocho o un nueve, ni rey ni reina. Es el que se queda fuera de todo aquello de lo que los demás forman parte. Está dentro de la misma caja, con todos los demás naipes, pero no es como ellos.
Jostein Gaarder.

4 de marzo de 2007

Hooked on Ugly Betty

Fueron varias las razones por las que mi curiosidad por Ugly Betty era mayúscula. Por un lado, *mucha* gente me la recomendó, diciendo que estaba entretenida, y que era "cute". Por otro lado, me llamó la atención un artículo publicado en la revista Time en noviembre, en el que James Poniewozik exponía cómo Betty Suárez daba un rostro a los asuntos migratorios de EE.UU., y cómo su actitud demostraba la razón por la cual dicho país se construyó con las manos de la población que tuvo que luchar por él.

Ugly Betty, la versión estadounidense de la archirrequeterrecontra famosa novela, está en una liga muy (muy, muy, muy, muy, pero muuuuuuuuuuuuuy) por encima de la basura en la que la televisión mexicana convirtió el concepto. La farsa producida por Televisa no era más que eso, una farsa, y por más que los ratings hayan hablado, la realidad es que Lety la fea no fue más que una versión idiotizada de la misma historia de siempre.

Betty, por otro lado, tiene tantas fortalezas que es difícil enumerarlas todas. Para no aburrir, mencionaré únicamente la excelente labor de los escritores y los actores, que han logrado hacer personas de los personajes, y enganchar a las multitudes con las aventuras de una chica que es menos que estándar para el lugar en que trabaja, y que, a diferencia de Andy en Runway, se resiste a dejar atrás su identidad para encajar en el mundo de la moda.

Habiendo dicho esto, añadiré lo siguiente. Props a Becki Newton por su interpretación de la deliciosamente odiosa Amanda. I feel for you, girl. Y por otro lado, felicidades a Betty por querer mantenerse as Queens as they come, pero si ella no bota a Walter por su propia voluntad, voy a hallar la manera de desaparecerlo, sea un personaje ficticio o no. No hay un personaje más añoñado y verdaderamente molesto en toda la televisión que veo. Y eso es decir bastante x_X


 

Leave it behind


Como quienes me conocen saben (y muy bien), una de las cosas que más disfruto en la vida es viajar. Tanto, que soy la clase de persona que está dispuesta a pasar la noche en un autobús o "invertir" una parte de mi día en arreglar habitaciones de hostal con tal de ver todo lo que sea posible. Continuaría explicando el por qué de esta situación, pero eso sería desviarme del tema de manera colosal. Tal vez en otra ocasión.

Hay dos partes del proceso del viaje que detesto con todo mi corazón, una más que la otra: el empaque y el desempaque. Nunca sabes qué puedes necesitar, cómo va a estar el clima, si será bueno cargar traje de baño, o ropa formal, o si con un suéter ligero te alcanza, o si llevar un suéter grueso será demasiado, etc., por lo que normalmente, al menos yo en lo particular, termino llevando catorce suéteres (de diferentes grosores y grados de presentabilidad), doce trajes de baño (por si unos están mojados, además de que hay que prevenir para situaciones en que determinados trajes no sean apropiados), siete pares de zapatos (tenis, zapatos altos, zapatos de salir, zapatos de estar, zapatos de caminar, chanclas, chanclas de baño), tres PJs (de frio, de calor, de mientras las otras se lavan) y cero piezas de ropa interior. Porque estando tan preocupada pensando en las blusas, pantalones, suéteres y trajes de baño, olvidé empacar esa parte. Definitivamente, odio empacar.

El problema de sobreempacar (y en general, de empacar sin estrategia) es que normalmente lleva a moverse con lentitud. Sea porque la maleta pesa 55kg y hay que pagar sobrepeso (independientemente de que tratar de moverla requiere una grúa o un certificado de regalo para el ortopedista de su confianza), o porque hay que parar en cada super en el camino a comprar ropa interior, cepillo de dientes, arnica o crema humectante para manos. La realidad es que hay que saber empacar.

La vida es un viaje, no un destino. Empacamos para la vida cual si se tratara un viaje de mochileros por Europa, cada quien a su medida. Y en el camino nos vamos encontrando con cosas que se hacen parte de nosotros y nos complementan a lo largo del viaje; cosas buenas y malas, que pueden destruirnos o mejorarnos por igual.

Precisamente porque hay que empacar con estrategia, hay cosas que hay que dejar atrás. Las as malas experiencias, el dolor, el rencor, el orgullo, son algunas de tantas cosas que no deberían entrar en la maletita, porque el viaje es difícil de por sí para cargar con ese peso adicional. Todo lo negativo es inútil, porque en vez de construirnos nos corroe y nos detiene. Sin embargo, antes de olvidarlas o sepultarlas para siempre, habría que evaluarlas y sacar lo bueno que llevan adentro. Toda experiencia, aún más las malas, es un aprendizaje que, al contrario, nos levanta y nos ayuda a tomar mejores decisiones en el futuro, y que nos hace más sabios y más felices.

No puedo seguir por la vida cargando el dolor que la gente a mi alrededor me ha causado, porque si lo hiciera, todo recuerdo tendría un dejo de amargura, y mi vida se sentiría como una senda espinosa que ha sido más un martirio que una aventura. Quiero proponerme hoy, y cumplirlo, cargar con las cosas que me hacen mejor, no con las cosas que me hacen llorar cuando las recuerdo.
You got to leave it behind
All that you fashion
All that you make
All that you build
All that you break
All that you measure
All that you feel

All this you can leave behind

All that you reason,
It's only time
And I'll never fill up all I find
All that you sense
All that you scheme
All you dress-up
All that you've seen
All you create
All that you wreck
All that you hate
 

1 de marzo de 2007

Callie es mi homegirl


Dr. McMeanie, al ER...


Grey's Anatomy es una serie escrita por mujeres para mujeres, y se nota. Después de todo, la mujer que no haya derramado aunque sea una triste lagrimita cuando >San Denny murió<, o se haya aguantado (o no) las ganas de gritarle a la televisión porque la requeteidiota de Meredith >botó al McVet para darle otra oportunidad al requeterrecontraidiota de McDreamy< tiene que admitir que es rara, y necesita ir a alquilar Bambi para ver si cuenta con sentimientos como los del resto de las mujeres del mundo.

Y es que Meredith será una requeteidiota (y una requeteidiota que para colmo trae una actitud de lo más annoying), pero no puede uno más que sentirse mal por ella, dañada de por sí, y para colmo perdidamente enamorada del hombre perfectamente equivocado (y aquí añadiría Gwen Stefani, quien, por cierto, debe ser detenida: But I still love to wash in your old bathwater...).

Estoy segura que cada seguidor de la multipremiada serie tiene un personaje con quien se identifica, o a quien, de perdido, le echa porras, tal vez para encontrar la salida a una situación propia, y este personaje va cambiando según los storylines y las propias situaciones particulares. En mi caso, Callie, la ortopedista de los huesos grandes, es mi seleccionada nacional del momento. Callie, you go, girl. Para su mala suerte, atractiva (a su manera, admitámoslo), segura de sí misma, exitosa... y claro que se tiene que enamorar del ñoño que (admitámoslo) debería estar dando gracias a todos los cielos que haya quien se fije en él, punto, porque por más que geek sea hot, eso aplica sólo si eres Clark Kent (el de los '90s) o Rivers Cuomo.

Así que si el muchacho se pone sus moños por la razón que sea (o simplemente no se toma la molestia de abrir el pico para dar explicaciones) y Callie tiene la oportunidad de embolsarse a McSteamy (con todo y que no soy fan -todavía), yo, desde la comodidad de mi sillón y en la ignorancia que me rodea en lo que concierne a los episodios futuros, aprovecho la oportunidad de gritarle a Callie, a través de mi computadora (o Sacanço TV, como diría Hélio): "You GO girl!"

Al menos, hasta nuevo aviso.