Mostrando las entradas con la etiqueta la lennngua. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta la lennngua. Mostrar todas las entradas

9 de mayo de 2011

Halgo que festejar [sic]

Me llegó un mail.


No puedo contra la curiosidad.  Un restaurante local con nombre de cuadrúpedos de cuellos largos me invita a una fiesta, y verdaderamente están manejando una súper promoción.



¿Cuatro botelllas?  No cualquiera.  Verdaderamente es una ganga.  Ni mencionemos los pases de cortesia, creo que eso ya son palabras mayores.


¿Por qué no querría seguir recibiendo mensajes? ¿Qué posible motivo podría tener para no querer disfrutar de estos mensajes tan evidentemente repletos de creatividad? 

Nada más eso quería decir.
  

1 de marzo de 2011

Por todo lo sagrado que existe en este mundo

 Google, necesito, NECESITO pedirte un favor.  No, no que me contrates, aunque honestamente, no estoy lejos de rogar por eso también.  Lo que estoy por solicitar es algo que ha sido una minúscula piedrita en mi zapato durante mucho tiempo, pero como toda piedrita en un zapato sobre la cual no se tiene ningún control, me está volviendo loca.

Loca, al grado de haber ideado esta ridícula (e improbable) manera de llamar su atención sólo durante el tiempo suficiente para tal vez lograr que se le dé atención a esta bicoca de situación.

POR TODO LO SAGRADO QUE EXISTE EN ESTE MUNDO:

(Redirigir sí)

REDIRÍJANME.  REDIRÍJANNOS.  No nos redireccionen.  No se igualen a los cajeros de Banamex que en más de una ocasión me han invitado a aperturar una fantástica línea de crédito.

¿Por favor, por favor, por favor?