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18 de julio de 2012

Digresiones sobre filosofías, justificaciones, límites y proyectos.

Alguien me preguntó si aún mantenía mi blog.  Mi respuesta de "lo tengo ahí, pero casi no lo actualizo" me dio tristeza.  Antes era más fácil escribir, cuando todo era más anónimo y difícilmente alguien que pudiera conocerme se encontraría con alguna de mis ñoñadas.  Ahora le escribo a un montón de extraños que no me conocen y a los que no les intereso, porque no me conocen.  La verdad es que estoy cansada de tener miedo a que me juzguen.

También es verdad que estoy muy sola.  Que últimamente lloro más de una vez al día porque a pesar de que creo que existe gente buena en este mundo, y que tarde o temprano las cosas buenas te llegan, y que hay que ser paciente, y que todo es cuestión de esperar, en realidad estoy cansada de esperar, de tener fe en la gente a la que estimo, de llevarme chasco tras chasco porque sigo creyendo que la gente buena existe y que las cosas buenas van llegar y que todo es cuestión de tiempo.  Porque tal vez no se puede cambiar al mundo, y porque cada día me encuentro más cerca de aceptar que hay muy poca gente que cree en un mundo como el que yo quiero tener.  Porque no sé cómo ser, y la manera en la que me las arreglo no parece funcionar; porque si hay una palabra que se ha usado una y otra vez para describirme a lo largo de mi vida, es "enojona", porque ser "enojona" aleja a la gente de mí y porque que la gente se aleje de mí me enoja.

¿Soy enojona? A lo mejor sí.  A lo mejor y soy lo que la gente que me rodea define como enojona.  Un amigo una vez me dijo que le gustaba que era (¿o soy?) apasionada.  Que me vuelco por completo en lo que creo, y lo defiendo porque creo en ello.  Creo en hacer bien las cosas.  Creo en poder ser mejores personas.  Creo en más.   Tengo estándares muy altos para todo lo que no son las personas que considero amigas, y constantemente me encuentro decepcionada.  Porque espero más.  Espero demasiado, quizás.  Y sí, soy obstinada en ese aspecto, porque creo que Iusacell no tiene por qué cobrarme un solo peso de más, aunque sea sólo un peso, y creo que cualquier correo de trabajo que uno envíe debe tener cada una de las comas y los acentos que le corresponden, y no me importa decirlo, porque es lo correcto, porque sé que tengo razón.

Me enorgullece decir que es de familia, y que admiro inmensurablemente a ciertas personas de mi familia que son así.  Quizás por eso no percibo tener una actitud crítica como algo necesariamente negativo.

"Demasiadas cosas te molestan.  ¿Odias odiar?"

Estoy demasiado sola.  Otras personas se tienen unas a otras, tienen bebés, tienen grupos de amigos que hacen cosas.  Tal vez ellas también están demasiado solas.  Tal vez ellas aparentan no estar tan solas, porque Facebook es engañoso y porque la gente, especialmente en Facebook, siempre da su mejor cara.  Tal vez si no tuviéramos que aparentar que mientras no estamos en Facebook estamos tan ocupados siendo felices haciendo cosas interesantes y fantásticas nos acercaríamos más unos a otros para saber cómo estamos.  Pero ¿de qué sirve tratar de hallar consuelo en pensar que no soy la única que se siente sola?

Necesito proyectos.  Necesito ocuparme.  Necesito algo qué construir, que me ayude a construirme mientras lo hago.  Hace cierto tiempo elegí volcarme sobre mi trabajo, y hoy me doy cuenta que pocas veces me había sentido tan vacía, tan poco satisfecha conmigo misma, porque mi trabajo no es mi proyecto.  No me corresponde construirlo, porque es de alguien más, y evidentemente ese alguien más quiere ser quien corte el bacalao. Descubrirlo no ha sido fácil; como me suele pasar, me apasioné y me tiré con todo por el proyecto de otras personas y no he hecho más que golpearme la cabeza porque no tengo ninguna especie de control sobre él.

Esto era lo que me hacía falta: atar todos los cabos sueltos de las cosas que había sobre mi cabeza, y entender el vacío que había aquí.  Me queda claro, y no me queda más que comenzar a disfrutar lo que tengo y acomodarlo para hacer espacio para lo que hace falta.




Te extrañé, planchita.

29 de mayo de 2010

De mí para mí

Es ridículo pensar que se pueda decir algo sobre la vida, las vueltas que da y su carácter innegablemente impredecible que no se haya dicho ya mil veces, en formas mil veces más elegantes, así que me rehuso a hacer el intento.   Sin embargo, por razones más ilógicas y poéticas que verdaderamente racionales, a veces pienso que sería un acto de bondad decirle a la A/T del pasado algunas cosas que tal vez la habrían hecho sentir mejor en momentos difíciles.

Y le diría que está bien. Que no importa si necesita ser un fantasma un tiempo, y que Edge tenía razón, y que si se puede describir al futuro con una sola palabra, estaría de acuerdo en que el futuro es mejor. "No te imaginas cuánto;" le diría "no te imaginas cómo vas a ser un día.

"No te imaginas cómo vas a ser.  No te imaginas todo lo que vas a hacer, y a toda la gente que vas a conocer, y lo orgullosa que vas a estar de ti misma por haber llegado a un momento en tu vida en que todo lo que te abruma no son más que recuerdos ridículos sin más importancia que la de haberte hecho quien eres, más fuerte y más resistente de lo que pensaste que podías ser.

"No te reconocerías, porque todavía no sabes quién eres. Crees que eres el fantasma, y que hay cosas que están por encima de ti; la cosa es que sólo lo crees porque aún no has intentado ir más allá.  Pensarías que nadie te reconocería, pero te van a reconocer, y de la mejor manera posible.

"No sólo vas a estar bien, vas a estar mucho mejor."

Y creo que, si no creyera que está alucinando porque su yo futuro le habla, se sentiría mucho mejor.

Estoy consciente de que este post bien podría inaugurar un nuevo tag que fuera algo así como "Sí, en serio escribí esto"

24 de mayo de 2010

I miss you when you're not around

Si tuviera la certeza de que me escuchas cuando hablo, te diría muchas más cosas de lo que ya he hecho. Y al mismo tiempo, muchas menos de las que quisiera decirte, porque el que las escuches no necesariamente significa que las comprendas...

Honestamente, creo que todos tienen miedo, de diferentes cosas, personas o situaciones. No me puedo imaginar que haya una persona en el mundo que no conozca la sensación. Y creo que es más clara señal de valentía admitir que existe que fingir que no.
 

29 de marzo de 2010

Are we good friends or good people?


El ser humano es orgulloso para muchas cosas, pero para nada tanto como lo es en lo que concierne a sus sentimientos.  Retaría a quien se considerase inocente a tirar la primera piedra, excepto que seguramente más de una persona lo haría sin dudar. Nadie quiere admitir que teme, que desconfía o que duda.  Nadie quiere aparentar vulnerabilidad, a pesar de que nadie es invulnerable.  Pensamos que vulnerabilidad es sinónimo de debilidad, cuando una debilidad es una carencia, mientras que decirse vulnerable significa admitir que se es susceptible a ser herido.  Y ¿quién no es susceptible a ser herido? ¿quién considera tener un corazón que late, una carencia?

Paulo Coelho escribió hace poco que el amor es un constante estado de ansiedad, un campo de batalla; que está compuesto de éxtasis y agonía.  Es un campo de batalla porque es literalmente una lucha de poderes, un constante estira y afloja en el cual ninguna de las dos partes quiere ser el que quiere más, porque todos saben que el que quiere menos manda, y que abrirse y sincerarse y hablar con la otra persona sobre sentimientos es un error que invariablemente tendrá consecuencias que muy probablemente acaben con la relación.  Y ahí está la agonía y el éxtasis: si me siento querida, estoy en éxtasis, pero tengo miedo de corresponder, y lo hago veladamente, o no lo hago; la otra persona, al no sentirse correspondida, retrocede, en agonía, y las cosas se "nivelan" cuando yo doy un paso para mostrarle a la otra persona que la quiero, y el proceso comienza de nuevo.

Qué fácil sería sólamente hablar.  Pero no hablamos porque tenemos que balancear el cuidado de nuestra guardia con el respeto a los sentimientos de la otra persona, y es más fácil dejar que las acciones hablen por nosotros.  Las palabras pueden no ser verdaderas, pero el lenguaje de las acciones es confuso y prolonga la agonía, la paranoia y la frustración ante una situación que nos rompemos la cabeza tratando de entender.

¿Somos buenos amigos o buena gente? Ése es uno de mis mayores temores en lo que a relaciones humanas se refiere.  ¿Somos tú y yo, o somos dos personas que coexisten en un tiempo y espacio?

Alguna vez leí que en la Biblia se mencionaba que el corazón del hombre es de barro, y que en él está romperlo para sustituirlo por uno de carne.  De ahí que aquella canción diga "Take this heart and make it break." ¿No es fascinante? Un corazón que no se rompe, no late.  No vive de verdad.  No tiene historia, no tiene nada qué decir, no ha aprendido nada porque no se ha usado. Nadie quiere tener un corazón roto, pero un corazón roto es la evidencia de un corazón que se entregó de verdad, y ¿no es eso hermoso?

Toma más valor el aceptar y abrazar la vulnerabilidad propia que fuerza el esconderla.

2 de mayo de 2009

Basta.

Digan lo que quieran.

Estoy harta de la paranoia, estoy harta de estar encerrada, estoy harta de escuchar chismes, rumores y mentiras. Sin embargo, lo que verdaderamente me enoja son todas estas teorías de la conspiración, de lo que el gobierno está planeando y organizando y de lo que nos está distrayendo mientras estamos todos encerrados por la influenza.

¿Qué les gustaría que ocurriera, entonces? ¿Que el gobierno no dijera nada, que no se hiciera ningún tipo de declaración en cuanto a esto? ¿Que no se le diera importancia? ¿Por qué tiene que ser uno de dos extremos, personas? ¿Por qué o nos vamos a morir todos de influenza o la influenza es un mito que el gobierno inventó para encerrarnos en nuestras casas?

¿Cómo se beneficia el país de este paro virtual de la vida económica del país? ¿De la atención internacional que se le está dando al asunto, de los bloqueos comerciales y turísticos que otros países están imponiendo? ¿O a ustedes les parece que nos está haciendo quedar bien de alguna manera?

Los virus mutan y evolucionan sin control. ¿No parece lógico tratar de contener un virus del que se sabe poco? Porque cuenten con que si el virus mutara y la hasta ahora relativamente benigna (sí, benigna: 12 de 400 muertos? Benigna) influenza porcina humana AH1N1 se hiciera algo más peligroso, sería la peor pesadilla de relaciones públicas que México habría tenido en su historia? Y vaya que no podemos hablar de un historial limpio.

Digan lo que quieran, pero no me lo digan a mí. En general, estoy harta del tema y sólo quiero concentrarme en encontrar algo con qué entretenerme de aquí a que sea tiempo de ser productivo otra vez.

Hablemos de 30 Rock, de Lost, de Dollhouse, de House, de Heroes inclusive, pero con la influenza no quiero nada. Es más: ME LAVO LAS MANOS DE ELLA HASTA QUE TERMINEN MIS CERDOCIONES, e incluso después.

(Lástima, tanto ingenio y ya nada en qué aplicarlo, jaja)

1 de marzo de 2009

Magnificent

Y así una vez más llegamos a marzo, y éste es un marzo diferente, por más de una razón.

Esperé durante meses el nuevo disco de U2. Literalmente lo esperé. No como ocurrió con HTDAAB, que literalmente conté los días (aprovechando que estaba contando los días para salir de la Universidad). Simplemente, por las circunstancias en las que me encontraba, me hacía falta.

Y ahora no puedo explicarlo con exactitud. Cierto que a mis ojos ningún miembro de U2 se equivoca (demasiado), pero mientras más escucho el disco más me maravilla el hecho de que no existiera antes.

He decidido admitir que uno de mis hobbies es ir a conciertos de U2. ¿Que más? Es caro, sí; requiere condición física, habilidades sociales y una pequeña inversión económica. Vale cada centavo.