12 de mayo de 2011

Not at a place called Vertigo

No lo puedo creer. Y tan no lo puedo creer que estoy segura que hay gente a mi alrededor que lo puede creer todavía menos.

Me parece surreal estar aquí, sentada, viendo vídeos del concierto de U2 en el D.F…. en YouTube. Ése es mi lugar. De ahí soy. Ahí es donde más me siento yo.

¿Cómo pasé de tres a uno, y luego a ninguno?

Me siento como alguien que no sólo no conozco, sino que por quien hace un año habría sentido un poco de pena. Necesito recordar que ésta no soy yo, y que esta decisión, por dolorosa que parece ser ahora, fue puramente estratégica y obedece a un bien mayor.

Y entiendo cómo se escucha lee esto. No es lo que parece. U2 no es sólo el fin, sino en muy gran parte, el medio. El fin es la experiencia, los amigos con los que me reencuentro, los recuerdos, las expectativas, la emoción cuando llega el momento… Es totalmente subjetivo, pero es de las mejores sensaciones del mundo. Es al mismo tiempo un hobby y una adicción.

Está bien. Estoy explorando, me estoy conociendo, y me estoy dando tiempo para sanar y reinventarme. Tal vez aún no sé quién quiero ser, pero sé quién soy y quién no quiero ser, y estoy trabajando en conseguir todo lo que necesito para averiguarlo.

Está bien, está bien, está bien. She moves in Mysterious Ways.

9 de mayo de 2011

Halgo que festejar [sic]

Me llegó un mail.


No puedo contra la curiosidad.  Un restaurante local con nombre de cuadrúpedos de cuellos largos me invita a una fiesta, y verdaderamente están manejando una súper promoción.



¿Cuatro botelllas?  No cualquiera.  Verdaderamente es una ganga.  Ni mencionemos los pases de cortesia, creo que eso ya son palabras mayores.


¿Por qué no querría seguir recibiendo mensajes? ¿Qué posible motivo podría tener para no querer disfrutar de estos mensajes tan evidentemente repletos de creatividad? 

Nada más eso quería decir.