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10 de mayo de 2023

"Voy a ver a mi mamá"

Mi tía Isela, riéndose en la cuerda floja entre este mundo y uno que sólo existía en su interior, se arregló como era su costumbre. Salió de su cuarto y le dijo a su asistente, que estaba preparando la comida: "Ahorita regreso, voy a ver a mi mamá". Su mamá, mi bisabuela, había fallecido seis años antes. La asistente, acostumbrada a escuchar estos "planes", le dijo que la esperaba. 

Mi tía Isela, con su maquillaje y peinado impecables, su vestido bien planchado y sus taconcitos apropiados, se acostó sobre su cama. Y nunca despertó. Se fue, elegante como siempre, a ver a su mamá. 

Qué manera de irse.

29 de junio de 2017

Un mundo sin papás

 Cuando estaba en primero de primaria, una de mis primeras mejores amigas era Dorita.  Dorita era vecina del Tío Salim, que era en esa época una de las pocas celebridades de la TV local, y gracias a ella más de una vez alguno de mis dibujos del Inspector Gadget se dio a conocer a lo largo y ancho de la zona de cobertura de Trecevisión.

Hoy me acordé de Dorita.  No tengo 100% derecho a preguntarme qué ha sido de ella, porque la tengo en Facebook; siento que Facebook nos ha arruinado la alegría de re-encontrarnos con una amistad lejana: ahora, si me la encontrara en la calle, quizá me daría pena preguntarle qué ha sido de su vida, porque le quedaría claro que no le he prestado la atención suficiente a sus publicaciones.  Aun así, sé que está casada, que tiene al menos un hijo, que de repente escribe sobre su trabajo.

Pero hoy me acordé de Dorita porque en algún momento, probablemente en 1987, Dorita me cantó una canción que decía "Me dicen, me dicen, me dicen Memotronic".  Y yo obviamente a mis seis años le dije que la canción decía "Technotronic", no "Memotronic".  No fue sino hasta después que supe que ambos existían.

Eran otras épocas.  Eran los tiempos en los que todos los niños veíamos las mismas caricaturas, y escuchábamos los mismos programas de radio, porque sólo había dos canales en la TV, y un puñado de radiodifusoras que podíamos escuchar en el camino a la escuela.  Aún así, Dorita conoció primero a Memotronic, y yo a Technotronic.  Nuestros papás tenían gustos distintos para la radio.

La mente es algo curioso.  De Memotronic pasé a Dorita y a su papá, y a recordar que supe hace algunos años que había fallecido.  Y que el papá de otra amiga más cercana falleció hace poco también.  Y el papá de un compañero de la universidad, al que en realidad nunca conocí, pero aun así asistí a la misa.  Y así.  En cada ocasión lloré.  Lloré mucho.

Esta cadena de pensamientos me hizo llorar en el coche, a media conversación con mi novio acerca de nuestros planes del fin de semana.  Esos papás que nos llevaban a la escuela; los que elegían las estaciones de radio, seguramente pensando en nosotras; los que iban a los festivales, los que nos vieron crecer.  Los que eran nuestra guía, nuestro sostén.  Algunos de ellos ya no están; a los que quedan, no sabemos cuánto tiempo más estarán aquí.  Esa certeza/incertidumbre me hace llorar desde que tengo cinco años.

Un día vamos a vivir en un mundo sin papás; en un mundo donde los papás, los abuelos seremos nosotros.  Donde las decisiones difíciles, los días complicados, las elecciones erróneas sean totalmente nuestras para cargar; donde la guía seamos nosotros, para quienes tengamos en nuestro presente o nuestro futuro tener a alguien a quien guiar.

Es aterrador, en mi opinión.  No puedo pensar en algo más terrible, más espantoso.  Pero a ellos les pasó, y tuvieron que seguir adelante, con nosotras, por nosotras.  Nunca supimos (o al menos, yo nunca supe, y conociendo a mi papá, nunca sabré) qué fue para ellos encontrarse un día en un mundo sin papás.

Espero un día descubrir que hay una curva, y que las cosas se van a sentir mejor; que esta sensación de que de aquí sólo vamos cuesta arriba es temporal.  Pero la verdad...


15 de enero de 2012

We're in this together.

 Ayer caminando de prisa por la plaza vi a alguien que no conocía, conversando con alguien más. No sé si lo había visto antes, pero cuando lo vi, supe que ya no era tan joven como antes, y como yo, lo sabía; y como a mí, lo asustaba un poco.  "Pero está bien," pensé, todo en una fracción de segundo; "ya sabe que no está solo."

Antes de bajar las escaleras hacia el estacionamiento eché una mirada rápida al resto de la gente que estaba ahí: niños, señoras, papás primerizos, adolescentes fresas.  Somos todos los mismos que nos estaremos acompañando mientras estemos aquí.  Así que está bien; recordé que no estamos solos.

10 de noviembre de 2010

Tía Leonor (y III)

 Es una de esas cosas que es real y no es real.

Tía Leonor. 

"No se puede luchar contra el destino: El que nace puerco, muere cochino"

20 de junio de 2010

El post pambolero obligatorio del 2010 (II)

 Por otro lado, cuando estaba chica, mi tía Cecilia me dijo una vez que la vida era como el fútbol.  Cuando un futbolista se cae, tiene dos opciones: puede levantarse y seguir jugando, o puede quedarse tirado en el campo de juego, llorando.

Ésa es otra razón por la que me gusta ver el fútbol.  Siempre es bonito ver a alguien levantarse y seguir jugando.
 

15 de junio de 2010

Guan Yin de las Mil Manos

Una vez, en el D.F., tuve la oportunidad de pasar el domingo en Chapultepec.  Ante la decisión entre el Museo de Historia y una exhibición temporal sobre Buda Guan Yin, decidimos entrar primero a uno y luego al otro, pero como suele suceder, el primero se extendió más de la cuenta, y nos dejó sin tiempo para el segundo.  Y como suele suceder, mi reacción fue "ah, ni modos, lástima".  Y seguimos adelante.

Tiempo después recibí un link a un video, como tantos otros que llegan por correo electrónico.  "¡Increíble! ¡Y las artistas son sordas!" Y después de verlo pensé que era una basilada, porque parecería una típica exageración de cadenas que un grupo tan grande de mujeres (y tan lindas ellas) pudiera coordinarse para algo tan elaborado, sin ningún tipo de entrada auditiva.  Y me equivoqué colosalmente, porque en serio que están sordas.

Sin embargo, lo que más llamó mi atención durante mi investigación fue la siguiente leyenda en la explicación de la danza que presentaban:

Mientras seas una buena persona y haya amor en tu corazón, 
mil manos vendrán naturalmente a tu auxilio.
Mientras seas una buena persona y haya amor en tu corazón, 
extenderás mil manos para ayudar a los demás.

De DFinitivo.com:
La leyenda Guanyin es una historia llena de amor. Se cuenta que el pesar que le produjo el sufrimiento del mundo hizo que su cabeza estallara de dolor. Amitābha —su padre espiritual— viendo tal angustia convirtió cada trozo en una cabeza entera y las coronó con la suya propia. “El deseo de Guanyin por ayudar a los seres humanos produjo que le nacieran mil brazos y un ojo en la palma de cada mano, lo que simboliza su actitud de constante vigilancia y preocupación por los hombres.”


As long as you are kind and there is love in your heart,
a thousand hands will naturally come to your aid.
As long as you are kind and there is love in your heart,
you will reach out with a thousand hands to help others.

Más

29 de mayo de 2010

De mí para mí

Es ridículo pensar que se pueda decir algo sobre la vida, las vueltas que da y su carácter innegablemente impredecible que no se haya dicho ya mil veces, en formas mil veces más elegantes, así que me rehuso a hacer el intento.   Sin embargo, por razones más ilógicas y poéticas que verdaderamente racionales, a veces pienso que sería un acto de bondad decirle a la A/T del pasado algunas cosas que tal vez la habrían hecho sentir mejor en momentos difíciles.

Y le diría que está bien. Que no importa si necesita ser un fantasma un tiempo, y que Edge tenía razón, y que si se puede describir al futuro con una sola palabra, estaría de acuerdo en que el futuro es mejor. "No te imaginas cuánto;" le diría "no te imaginas cómo vas a ser un día.

"No te imaginas cómo vas a ser.  No te imaginas todo lo que vas a hacer, y a toda la gente que vas a conocer, y lo orgullosa que vas a estar de ti misma por haber llegado a un momento en tu vida en que todo lo que te abruma no son más que recuerdos ridículos sin más importancia que la de haberte hecho quien eres, más fuerte y más resistente de lo que pensaste que podías ser.

"No te reconocerías, porque todavía no sabes quién eres. Crees que eres el fantasma, y que hay cosas que están por encima de ti; la cosa es que sólo lo crees porque aún no has intentado ir más allá.  Pensarías que nadie te reconocería, pero te van a reconocer, y de la mejor manera posible.

"No sólo vas a estar bien, vas a estar mucho mejor."

Y creo que, si no creyera que está alucinando porque su yo futuro le habla, se sentiría mucho mejor.

Estoy consciente de que este post bien podría inaugurar un nuevo tag que fuera algo así como "Sí, en serio escribí esto"

13 de mayo de 2010

N/A

 A pesar de lo avanzados que creemos que estamos y de lo mucho que creemos que sabemos, la realidad es que, como dice el dicho, mientras más se sabe, más se sabe que no se sabe nada. Entendemos en realidad muy poco sobre cómo funcionan algunas de las cosas más importantes que componen nuestras vidas: la comunicación, los procesos mentales, el cerebro en general... Y bueno, eso sólo dentro de lo que podría considerarse verdaderamente específico a nuestra especie.

Mi tía Cecilia cree que se subestima el poder de la genética sobre la "configuración" de las personas, en más de un sentido.  Me explicó algunas de las cosas en las que ha pensado, y la conversación fluyó, naturalmente, hacia nuestra familia.

Los Alonso son genios.  Entiendo si la aseveración parece arrogante, pero no admitirlo es mentir.  Es difícil explicárselo a alguien que no ha conversado con un Alonso, y estoy segura de que algunos de los que lo han hecho preferirían reemplazar la palabra "genio" por "loco".  No los culparía; a fin de cuentas, la mayor parte de los genios están admitida y transparentemente locos.  La palabra que tía Cecilia usó fue "cuadrados".  Y mientras cuadrado significa muchas cosas, la descripción me hizo pensar en algo que mi tía Teresita nos contó alguna vez: los Alonso no se abrazan, ni se dicen que se quieren.  Una de mis tías le colgó a una de sus hijas cuando ella le dijo que la quería mucho.  Mi abuelito me ha contestado "gracias" cuando yo le he dicho lo mismo. Mi tía no soporta que la toquen más de lo estrictamente necesario.  Los Alonso pueden construir un avión, proyectar una película en un cine si se va la luz usando una batería de auto, predecir con exactitud la trayectoria de un huracán (y pegar como los buenos, he oído)... pero los sentimientos los asustan.

Los Nieto son artistas. Son apasionados, son exuberantes, son sentimentales y dramáticos.  Son fabulosos.  Son artistas.  Y también hay quien dice que están locos, y tampoco los culparía, porque los artistas son famosos por ser más corazón que, vaya, cualquier otra cosa.

El problema de los Alonso es que todos tienen razón todo el tiempo, o al menos eso creen ellos.  Y la cosa es que tan seguros están que también tienden a ser explosivos y a subir su volumen de manera dramática para probarlo.  A excepción tal vez de mi mamá, cuya tendencia genética a reaccionar como un Alonso se puede haber diluido por factores externos, no me es difícil imaginar a ninguno de mis tíos de pie, sacudiendo la cabeza arrogantemente, repitiendo "¡NO, NO, NO!" y quejándose de que la otra persona no estaba escuchando lo que ellos estaban diciendo.

Son terriblemente fascinantes.

La N, por otro lado, es observadora.  Equilibra. Mi papá también tiene razón la mayor parte del tiempo, y posiblemente también lo sepa, pero a diferencia de los Alonso, él no necesita que los demás compartan su opinión.  La da, y luego escucha, sonriendo, asintiendo, y responde en un tono característico de él y de sus hermanos, de uno más que de otro.  Según mi tía él también es un genio, aunque no de la variedad estrafalaria.

Ésa es mi genética... Tal vez tergiversada lejos, muy lejos del sentido científico de la palabra, pero a fin de cuentas, parte de la fuerza que me hace quien soy.  Sentimental, dramática, observadora, chistoseta, y siempre convencida de que tengo la razón.  Y genia.  Por todos lados genia.

Y de mi modestia y sencillez, ni hablar.

13 de febrero de 2010

Tia Leonor

Tia Leonor escuchó a mi abuelito hablar sobre las cenizas y lo que iban a hacer con ellas.
"¿Quién murió? ¿Alguien murió hoy, o ayer?"
Mi abuelito se acercó a ella, le puso las manos sobre los hombros y, suavemente, le dijo: Eddie.
Tía Leonor se quedó boquiabierta un momento, y luego exclamó:
"¡Chinchas pedorras!" y se echó a reír.

26 de marzo de 2008

Stop the Clash of Civilizations

Me enteré tarde de la convocatoria para votar por los premios YouTube de este año. Vi los ganadores, y éste fue el único video que deseé con todo mi corazón ganara:


La buena noticia es que sí ganó.

Tengo en realidad muy pocas palabras para describirlo, así que mejor no lo haré. Baste decir que me gustó mucho.

11 de marzo de 2008

Cuestión de Percepción

Hoy escuché la descripción de tres hermanos, con fines simplemente de identificación. El primero es alto, delgado, fuerte y rubio. El segundo es bajito, de cabello oscuro, y no es delgado. El tercero es bajito, de cabello oscuro, y de plano gordito.

Y porque evidentemente no tenía nada mejor qué hacer, me puse a pensar en los tres hermanos, y en el menor, y si en algún momento él se preguntaría por qué le tocó ser, además del menor, el gordito chaparrito. Me pregunté si alguna vez él deseará cambiar de lugar con alguno de sus hermanos, para no seguir siendo el ñoñito.

Me respondí que, aún si lo deseara, y aún si se le cumpliera, daría lo mismo, porque ya no sería el hermanito, sino el hermano de enmedio, que no conoce otra realidad más que ser el hermano de enmedio, y tal vez siendo el hermano de enmedio desearía ser alguna otra cosa. Si yo deseara ser mi hermana para tener un mejor sentido de la moda, verme mejor en traje de baño y poder salir sin dedicar al menos 4 minutos de mi tiempo cada día a rizarme las pestañas, y de hecho se me concediera, ya no sería yo, sería ella; haberlo deseado no habría servido de nada, y tal vez entonces, sin saberlo, me pasaría el tiempo pensando (pero sin bloggear, porque eso es para geeks, y yo no sería una de ésos) en cuánto me gustaría ser tan inteligente, graciosa, talentosa, sencillita, carismática, intelectual y modesta como mi hermana.

Y así continué mi día, con la tranquilidad de que al menos por hoy, 11 de marzo de 2008, no parezco tener ningún problema de autoestima.

4 de agosto de 2007

La gente que de verdad importa

Sobre ella se debía tratar todo este blog*. Y no digo que no haya sido así hasta ahora.

Cómo es curioso que no necesariamente nos damos cuenta de quiénes son las personas que dejan huella en nosotros, sino con el paso del tiempo. Hoy estuve en la Alianza Francesa y vi a Florence, mi maestra del... que habrá sido, ¿cuarto ciclo? Segundo libro, al fin y al cabo, de francés. Que odiaba el método y nos la pasábamos platicando. Un amor de mujer.

Se ve diferente. Se cortó el cabello, y ahora en vez de rojo, lo lleva plateado. Siete años hace ya que salí de la Alianza, y a pesar de que fui a tratar de conseguir el papel que certifica que mi francés es 100% perfecto, no entendí en el momento lo que me dijo. "Te has vuelto una anciana". Cuando lo entendí, supuse que se refería a ella, por el cabello plateado. Aunque, ¿qué puedo decir? Yo era una niña entonces... Alternaba mis obligaciones como "empleada" de la Alianza con mi dosis diaria de SailorMoon.

No la reconocí al principio, debo decirlo. No vi a Florence, sino a una desconocida hermosa, y en extremo elegante. Cuando la reconocí, creo que ni yo misma me imaginé lo agradablemente sorprendida que estuve. Tenía ganas de abrazarla. Y sí, tal vez soy una twit por no haberlo hecho, pero en el momento habría sido incómodo, creo. Creo que a ella también le dio gusto verme. Nunca me imaginé que me daría tanto gusto verla. Que me gustaría regresar a la Alianza y darle un abrazo.

El paso del tiempo es un swot.

Y cómo es curioso que no nos damos cuenta de la huella que la gente deja en nuestras vidas, sino hasta mucho después, con suerte, al volvérnosla a encontrar...

Original del 16/05/06, a las 10:08 PM

*No éste, otro que ya no es.

Papá Luis


"Este enviado especial tuvo oportunidad de llegar a la isla de Cozumel gracias a las atenciones que le dieron los empleados de la compañía aérea Tamsa. Entre ellos el capitán piloto aviador Luis Alonso Rivas y el representante de tráfico Alberto Domínguez.

Volamos de Mérida a Cozumel en un avión DC-3; está bautizado con este nombre maya: 'U-Yumil-Ik', que significa 'señor del aire'. Debido al mal tiempo, tuvimos que desviarnos de la ruta y pasamos más cerca del lugar donde bucean hacia el barco sumergido. Y vimos a los expedicionarios que agitaban sus manos constantemente para saludar a los tripulantes de la nave.

El capitán Luis Alonso Rivas es, indiscutiblemente, un gran piloto. Es bajito de estatura y de gran cabeza -nació en Yucatán-. Es un joven sumamente amable y simpático. Conoce la ruta de Mérida a Cozumel como la palma de su mano."

Original del 23/07/05, a las 11:34 PM.

16 de julio de 2005

You're all I think about

Every day, every morning, every breezy night
You're all I think about

Looking out a window, riding on a bus
I can't help but think about this dream I have
Where you're here and so am I
And life seems perfect for an instant
And there's no future and no past
Only you smiling at me
You're all I think about

Walking up a staircase, holding on the phone
Watching a movie wishing it was with you
I can't help it
I can't stop
You're all I think about

I wonder what you're thinking
I wonder what you're doing
I wonder when and how we'll meet again
And when I'll hear from you
And if I'll hear from you
I can't help it
I can't stop it
You're all I think about

You're all I think about