- Una mesera falsificó mi firma en el restaurante/bar El Diablito Cha Cha Cha en Playa del Carmen para asignarse una propina de $215 pesos
- Tras un "sencillo" proceso de aclaración,
BanafailBanamex falló en mi contra porque la tarjeta no se reportó como extraviada, a pesar de que siempre estuvo en mi poder - Dos días después de poner una denuncia en Profeco, la administración del restaurante me contactó mediante Facebook para esclarecer la situación.
Después de haberles explicado la situación y mostrado las pruebas de la falsificación (las cuales Banamex nunca quiso ver), las representantes del Diablito se comprometieron a reembolsarme el dinero de la propina malhabida, y me aseguraron que las personas responsables habían sido despedidas. Todo el proceso lo vieron directamente conmigo, y luego ambas partes dimos fe ante Profeco (donde, una vez más, todas las personas con las que traté fueron de lo más amables del mundo) de que el problema estaba resuelto, así que por ese lado, todos vivieron muy felices.
Ahora, Banamex...
El re-dictamen que hicieron sobre el cargo indebido también fue en mi contra, bajo los argumentos de que:
a) La tarjeta estuvo físicamente en el restaurante
b) Banamex sólo asume responsabilidad por los cargos hechos 72 horas antes del reporte de robo/extravío de la tarjeta
La realidad es ésta: Yo estuve en el restaurante con la tarjeta, y la tarjeta nunca fue robada ni extraviada: se la entregué a una mesera como lo había hecho y habría de hacer en muchos otros restaurantes en los tres años que la tuve. El fraude se cometió, de hecho, casi una hora después de que yo me había retirado, con la tarjeta en la bolsa, del restaurante. ¿De qué, entonces, me protege Banamex en una situación como ésta? ¿De qué sirve firmar un voucher con la misma firma que está en tu tarjeta y en tu identificación oficial? Porque, a fin de cuentas, Banamex puede tener un voucher (que es, a fin de cuentas, un pagaré) con una espantosa X mal dibujada y de todas maneras te va a obligar a pagarlo. INCLUSO si tienes una copia del voucher original. INCLUSO si los vouchers fueron impresos a horas diferentes.
Dos días antes de hacer la cancelación de la tarjeta, recibí un mail de Banamex, informándome de una gran noticia: teniendo una cuenta Perfiles y una cuenta en BancaNet, ¡me iban a regalar la anualidad de la Travel Pass este año! ¿Fantástico o qué? Pues ni así, Banamex. Ni regalada. Ni recibiendo dinero por utilizarla. No la quiero, de ninguna manera.
Así que llamé para hacer la cancelación, y debo admitir que fue relativamente sencillo. La ejecutiva me preguntó la razón por la cual la quería cancelar, (y ridícula) e inútilmente intentó convencerme de que era imposible que hubiera un lugar donde no aceptaran la tarjeta (y si no me creen que dicho lugar existe, pregúntenle a Antigua, Guatemala). Ni intentó debatir los cobros indebidos y la ridiculez de sus candados de seguridad. Y desde luego, me ofreció regalarme la anualidad de la tarjeta para tener la oportunidad de darles otra oportunidad. Ver párrafo anterior.
Así que, armada de mi folio de cancelación, he estado pendiente de mi cuenta en BancaNet (porque la uso para checar mi cuenta Perfiles, que estoy usando temporalmente para pagar mi American Express) para asegurarme de que no haya nada sospechoso. La Travel Pass ya no aparece, así que espero que al menos para eso tengan un poco de decencia para conmigo.
Después de hablar con tarjetahabientes de distintos bancos, decidí irme por American Express. La verdad es que el paso decisivo fue una conversación con un contacto que tengo en el área de auditoría de una empresa importante, que me dijo que NADIE pelea por sus clientes como American Express.
Tramitar la tarjeta fue sencillísimo, y desde el inicio he recibido la atención que siempre soñé recibir por parte de Banamex... o de cualquier otro proveedor de servicios, de hecho. Los beneficios que la tarjeta ofrece son en algunas cosas similares, en algunas cosas superiores a todo lo que Travel Pass me ofrecía, y aunque es cierto que es menos aceptada que una Visa o MasterCard, la verdad es que la variedad no es en lo absoluto limitada, ni mucho menos prohibitiva. La anualidad no es mucho más alta que la que Banamex me hubiera cobrado por la Travel, y si quisiera alguna tarjeta adicional (que le podría otorgar a quien yo quisiera) no tendría ningún costo. En cualquier caso, en los casi tres meses que llevo con ella debo decir que con mucho gusto prefiero pagar un poco más con tal de recibir el servicio que estoy recibiendo: si estuviera un poquito menos cuerda (o más ociosa) de lo que estoy, le hablaría a los ejecutivos para conversar con ellos; así de amables son.
Con algo de suerte, a partir de aquí sí todos viviremos muy felices.
*dedos cruzados*
La tarjeta es la tarjeta, es la llave del mundo como me dijeron alguna vez. Lo más importante, es que el Diablito Cha Cha Cha ya devolvió el billete.
ResponderBorrarDefinitivamente. No hay nada como haber obtenido al menos eso, la verdad.
ResponderBorrarY no sé si la tarjeta sea la llave del mundo, pero al menos los operadores te tratan como si lo fuera, y tú fueras el ÚNICO que tiene acceso a ella. Es ridículamente agradable.
Es como cuando te cambias de telcel a iusacell o movistar, te sientes como Rey... Hasta que te hacen la primera :)
ResponderBorrarAh, claro... Y cuando eso ocurra (que esperemos que al menos falte mucho tiempo para eso), cuenta con que escribiré al respecto :P
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