Es ridículo pensar que se pueda decir algo sobre la vida, las vueltas que da y su carácter innegablemente impredecible que no se haya dicho ya mil veces, en formas mil veces más elegantes, así que me rehuso a hacer el intento. Sin embargo, por razones más ilógicas y poéticas que verdaderamente racionales, a veces pienso que sería un acto de bondad decirle a la A/T del pasado algunas cosas que tal vez la habrían hecho sentir mejor en momentos difíciles.
Y le diría que está bien. Que no importa si necesita ser un fantasma un tiempo, y que Edge tenía razón, y que si se puede describir al futuro con una sola palabra, estaría de acuerdo en que el futuro es mejor. "No te imaginas cuánto;" le diría "no te imaginas cómo vas a ser un día.
"No te imaginas cómo vas a ser. No te imaginas todo lo que vas a hacer, y a toda la gente que vas a conocer, y lo orgullosa que vas a estar de ti misma por haber llegado a un momento en tu vida en que todo lo que te abruma no son más que recuerdos ridículos sin más importancia que la de haberte hecho quien eres, más fuerte y más resistente de lo que pensaste que podías ser.
"No te reconocerías, porque todavía no sabes quién eres. Crees que eres el fantasma, y que hay cosas que están por encima de ti; la cosa es que sólo lo crees porque aún no has intentado ir más allá. Pensarías que nadie te reconocería, pero te van a reconocer, y de la mejor manera posible.
"No sólo vas a estar bien, vas a estar mucho mejor."
Y creo que, si no creyera que está alucinando porque su yo futuro le habla, se sentiría mucho mejor.
Estoy consciente de que este post bien podría inaugurar un nuevo tag que fuera algo así como "Sí, en serio escribí esto"
El lugar donde los sueños se hacen realidad, los quejitos se escriben en mayúsculas y la gente llega en su mayoría porque odia a Banamex.
29 de mayo de 2010
24 de mayo de 2010
BanaFail
No puedo esperar para no hacer corajes por estar por Banamex. Mientras tanto, otro moment of zen, cortesía de ellos.
Hace algún tiempo recibí esto:
Y en realidad había pensado no ir, porque supuse que para ganar el viaje a Sudáfrica tendría que todavía tener una cuenta con ellos, pero luego decidí que cuatro oportunidades de ganar una pantalla plana no sonaban tan mal.
Así que aprovechando la vuelta a Liverpool, pasé al Banamex de Galerías. En "mi" sucursal, la de City Center, todo el asunto de los premios se veía directamente con los ejecutivos, así que me acerqué al único que estaba en su escritorio. Él amablemente me envió a la ventanilla de servicio al cliente. Con mi número en mano, me senté a la ventanilla vacía. En la ventanilla contigua había una ejecutiva/cajera/empleada, que me miró un par de veces y continuó haciendo lo que estaba haciendo. Luego me preguntó si necesitaba algún servicio. Le dije que venía por boletos. Poco después, se sentó a la ventanilla, y luego se fue.
Y esperé.
La gente comenzó a llegar y a preguntarme si estaba esperando. Un ejecutivo se acercó a preguntarme si me estaban atendiendo. Después llegó otro ejecutivo, que me pidió mi cupón, y luego me pidió que en el cupón firmara de conformidad por recibir un balón.
"Ah, no quiero un balón, sólo los boletos".
"Ya no tenemos boletos, sólo balones."
"Ah, ¿en ninguna sucursal?"
"No... Es que como dábamos cuatro boletos y sólo un balón, los boletos se acabaron antes."
Lo cual significa que a) nadie quería balones, o b) no debieron regalar 4 boletos y 1 balón si había menos boletos que balones necesarios para mantener la proporción. Total que le di las gracias y me fui, porque honestamente, un balón no me sirve para nada.
Despues me di cuenta, a juzgar por los emails que Banamex me envía, que los balones tal vez no hayan sido el éxito que ellos previeron:
Por otro lado, desde que decidí que ya no quería ser cliente Banamex pareciera que recibo al menos un mail diario de ellos. Pensé que los iba a extrañar, y luego leí esto:
Y recordé cuánto NO los voy a extrañar.
Hace algún tiempo recibí esto:
Y en realidad había pensado no ir, porque supuse que para ganar el viaje a Sudáfrica tendría que todavía tener una cuenta con ellos, pero luego decidí que cuatro oportunidades de ganar una pantalla plana no sonaban tan mal.
Así que aprovechando la vuelta a Liverpool, pasé al Banamex de Galerías. En "mi" sucursal, la de City Center, todo el asunto de los premios se veía directamente con los ejecutivos, así que me acerqué al único que estaba en su escritorio. Él amablemente me envió a la ventanilla de servicio al cliente. Con mi número en mano, me senté a la ventanilla vacía. En la ventanilla contigua había una ejecutiva/cajera/empleada, que me miró un par de veces y continuó haciendo lo que estaba haciendo. Luego me preguntó si necesitaba algún servicio. Le dije que venía por boletos. Poco después, se sentó a la ventanilla, y luego se fue.
Y esperé.
La gente comenzó a llegar y a preguntarme si estaba esperando. Un ejecutivo se acercó a preguntarme si me estaban atendiendo. Después llegó otro ejecutivo, que me pidió mi cupón, y luego me pidió que en el cupón firmara de conformidad por recibir un balón.
"Ah, no quiero un balón, sólo los boletos".
"Ya no tenemos boletos, sólo balones."
"Ah, ¿en ninguna sucursal?"
"No... Es que como dábamos cuatro boletos y sólo un balón, los boletos se acabaron antes."
Lo cual significa que a) nadie quería balones, o b) no debieron regalar 4 boletos y 1 balón si había menos boletos que balones necesarios para mantener la proporción. Total que le di las gracias y me fui, porque honestamente, un balón no me sirve para nada.
Despues me di cuenta, a juzgar por los emails que Banamex me envía, que los balones tal vez no hayan sido el éxito que ellos previeron:
Por otro lado, desde que decidí que ya no quería ser cliente Banamex pareciera que recibo al menos un mail diario de ellos. Pensé que los iba a extrañar, y luego leí esto:
Y recordé cuánto NO los voy a extrañar.
I miss you when you're not around
Si tuviera la certeza de que me escuchas cuando hablo, te diría muchas más cosas de lo que ya he hecho. Y al mismo tiempo, muchas menos de las que quisiera decirte, porque el que las escuches no necesariamente significa que las comprendas...
Honestamente, creo que todos tienen miedo, de diferentes cosas, personas o situaciones. No me puedo imaginar que haya una persona en el mundo que no conozca la sensación. Y creo que es más clara señal de valentía admitir que existe que fingir que no.
Honestamente, creo que todos tienen miedo, de diferentes cosas, personas o situaciones. No me puedo imaginar que haya una persona en el mundo que no conozca la sensación. Y creo que es más clara señal de valentía admitir que existe que fingir que no.
16 de mayo de 2010
Genética, parte II
Quedé 50/50 entre NA y Nieto. Qué fuerte.
INTJ "Scientist". Most self-confident and pragmatic of all the types. Decisions come very easily. A builder of systems and the applier of theoretical models. One of the rarest personality types, accounts for about 2.1% of total population. Also referred to as Mastermind. |
INFJ "Author". Strong drive and enjoyment to help others. Complex personality. One of the rarest personality types, accounts for 1.5% of total population. Also referred to as Counselor. |
La parte de "decisions come very easily" me hace pensar que tiendo más hacia INFJ, pero siento que sólo para decisiones personales. Cuando se trata de trabajo soy totalmente INTJ. Por lo que leí, es hasta cierto punto normal fluctuar entre tipos de personalidad, e inclusive pasar de uno a otro por completo con el tiempo, conforme las distinas habilidades se van desarrollando.
Por otro lado, cuando vi self-confident asumí que iba más para INFJ. Y luego dije, woot, ¿entre 1.5 y 2.1% de la población? Por fin confirmación oficial de lo especial que soy. Estoy bien con estar limítrofe. Trabajo como Isaac Newton y vivo como Gandhi, Mandela, Dostoyevski y Goethe.
15 de mayo de 2010
Una mañana en Profeco // El Diablito Cha Cha Cha II
Y así fue que un martes me dirigí a la delegación estatal de Profeco, con mi cita programada para las 9 am. Si esta entrada (y toda la saga de Banamex/Diablito, en realidad) no fuera a ser de por sí ya tan larga, entraría en detalles sobre cómo me estacioné a 200 cuadras y las aventuras que uno tiene cuando corre en falda y chanclas por el centro de la ciudad. Pero en fin.
Llegué justo a las 9, y mientras me acercaba a un (¿ejecutivo?¿funcionario? ¿asesor?) para preguntar cuál era el procedimiento de las citas, otro ejecutivo/funcionario/asesor anunció mi turno (por nombre y toda la cosa). Le di los buenos días, etc., y le pregunté si tenía los datos específicos a mi caso; me dijo que sí y los comentamos de nuevo brevemente. Me explicó el procedimiento que le correspondía a Profeco para esta situación, y me señaló que además de tratarse de una práctica abusiva, se trataba de un abuso de confianza, lo cual es inclusive competencia del ministerio público.
El primer paso fue intentar contactar al negocio desde las oficinas de Profeco. ¿Con qué fin? Supongo que informarles que había una queja en su contra y averiguar su postura al respecto, pero no supe, porque el teléfono que aparecía en el sitio del Diablito Cha Cha Cha no existe, según lo que la grabación patrocinada por Telmex nos reportó. Así que se capturó la información para la queja/denuncia, y luego me dieron una cita para una conciliación a principios de Junio. Por lo que entiendo, a esta conciliación debe asistir un representante del Diablito para intentar solucionar el problema entonces mismo.
Todo el trámite se terminó en mucho menos de una hora. La persona que me atendió fue de lo más amable y respetuosa, y por lo que conversamos sobre la actitud de la gente con la que los ejecutivos/funcionarios/asesores llegan a lidiar a veces, que se mantengan así es verdaderamente admirable. Supongo que es comprensible, en un área en que se trata con gente que está lo suficientemente enojada como para ir a pasar un rato a una oficina gubernamental, pero eso no lo hace menos injusto.
* * *
Después de eso supuse que no quedaba más que esperar.
Y entonces recibí un mensaje en FB, en respuesta al momento de furia ciega en que me uní al grupo del Diablito Cha Cha Cha y dejé un mensaje de odio en su muro.
No lo pego aquí porque, habiendo sido un mensaje privado, supongo que es de mal gusto, pero una persona, asumo que en representación del restaurante, me comentaba que le sorprendía que no hubiera iniciado una aclaración por medio del banco y/o intentado contactarlos directamente, a lo cual evité responder "si hubieras leído mi blog..." Pero sí le expliqué (brevemente, a comparación de lo que llevo aquí de todo esto) toda la odisea que esto ha sido. Le dije que me encantaría solucionarlo todo sin la intervención de cualquier tipo de autoridad, y que estaba más que dispuesta a retirar la queja en Profeco una vez que lo hiciéramos.
Estoy esperando su respuesta, y a ver qué ocurre.
Llegué justo a las 9, y mientras me acercaba a un (¿ejecutivo?¿funcionario? ¿asesor?) para preguntar cuál era el procedimiento de las citas, otro ejecutivo/funcionario/asesor anunció mi turno (por nombre y toda la cosa). Le di los buenos días, etc., y le pregunté si tenía los datos específicos a mi caso; me dijo que sí y los comentamos de nuevo brevemente. Me explicó el procedimiento que le correspondía a Profeco para esta situación, y me señaló que además de tratarse de una práctica abusiva, se trataba de un abuso de confianza, lo cual es inclusive competencia del ministerio público.
El primer paso fue intentar contactar al negocio desde las oficinas de Profeco. ¿Con qué fin? Supongo que informarles que había una queja en su contra y averiguar su postura al respecto, pero no supe, porque el teléfono que aparecía en el sitio del Diablito Cha Cha Cha no existe, según lo que la grabación patrocinada por Telmex nos reportó. Así que se capturó la información para la queja/denuncia, y luego me dieron una cita para una conciliación a principios de Junio. Por lo que entiendo, a esta conciliación debe asistir un representante del Diablito para intentar solucionar el problema entonces mismo.
Todo el trámite se terminó en mucho menos de una hora. La persona que me atendió fue de lo más amable y respetuosa, y por lo que conversamos sobre la actitud de la gente con la que los ejecutivos/funcionarios/asesores llegan a lidiar a veces, que se mantengan así es verdaderamente admirable. Supongo que es comprensible, en un área en que se trata con gente que está lo suficientemente enojada como para ir a pasar un rato a una oficina gubernamental, pero eso no lo hace menos injusto.
* * *
Después de eso supuse que no quedaba más que esperar.
Y entonces recibí un mensaje en FB, en respuesta al momento de furia ciega en que me uní al grupo del Diablito Cha Cha Cha y dejé un mensaje de odio en su muro.
No lo pego aquí porque, habiendo sido un mensaje privado, supongo que es de mal gusto, pero una persona, asumo que en representación del restaurante, me comentaba que le sorprendía que no hubiera iniciado una aclaración por medio del banco y/o intentado contactarlos directamente, a lo cual evité responder "si hubieras leído mi blog..." Pero sí le expliqué (brevemente, a comparación de lo que llevo aquí de todo esto) toda la odisea que esto ha sido. Le dije que me encantaría solucionarlo todo sin la intervención de cualquier tipo de autoridad, y que estaba más que dispuesta a retirar la queja en Profeco una vez que lo hiciéramos.
Estoy esperando su respuesta, y a ver qué ocurre.
14 de mayo de 2010
Interludio :: Wordplay
I built a bridge across the stream of consciousness
That always seems to be a-flowin'
But I don't know which way my brain is goin'
Oh the rhymin' and the timin'
Keeps the melodies inside of me
And they're climbin'
'till I'm running out of air
Are you prepared to take a dive into the deep end of my head
Are you listening to a single word I've said?
That always seems to be a-flowin'
But I don't know which way my brain is goin'
Oh the rhymin' and the timin'
Keeps the melodies inside of me
And they're climbin'
'till I'm running out of air
Are you prepared to take a dive into the deep end of my head
Are you listening to a single word I've said?
Intermedio :: Lleve su marquesita
Ayer fui a Walmart City Center. Por cierto que, Walmart City Center, ¿qué te pasó? Solías ser la excepción a la tendencia de People of Walmart y erguirte como un super fresa... ayer nada más estuviste caro. Qué asco de fruta. Pero bueno, eeequis.
Como los meridanos saben, para internarse en la ciudad desde City Center hay que pasar frente el Ateneo. Esto ocurrió al medio día, cerca de las 2 de la tarde. El tráfico de la salida de la escuela no estaba terrible, pero sí había bastantes autos. Cambiando de carril del central al izquierdo, le cedí el paso a la señora en el coche que estaba justo delante del mío, para que ella también pudiera pasar al individuo que se estacionó en doble fila frente a la escuela justo pasando el paso peatonal.
Mientras manejaba, la señora se volteaba a hablar con alguien que estaba en el asiento trasero del coche. Y mientras esto ocurría, la señora bajaba la velocidad, y bajaba la velocidad, sin estar ni siquiera cerca de un retorno. Entonces, alcanzo a ver claramente cómo el niño que resultó estar en el asiento trasero le pasó una marquesita a la señora que venía manejando. Y entonces la señora se detuvo por completo, y mordió la marquesita.
Pensando que a lo mejor se había distraído con la maniobra, le pité al pasarla, y por mi retrovisor vi cómo siguió ahí, inmutable, cómodamente estacionada sobre el carril izquierdo de la Av. García Lavín, comiéndose una marquesita...
Como los meridanos saben, para internarse en la ciudad desde City Center hay que pasar frente el Ateneo. Esto ocurrió al medio día, cerca de las 2 de la tarde. El tráfico de la salida de la escuela no estaba terrible, pero sí había bastantes autos. Cambiando de carril del central al izquierdo, le cedí el paso a la señora en el coche que estaba justo delante del mío, para que ella también pudiera pasar al individuo que se estacionó en doble fila frente a la escuela justo pasando el paso peatonal.
Mientras manejaba, la señora se volteaba a hablar con alguien que estaba en el asiento trasero del coche. Y mientras esto ocurría, la señora bajaba la velocidad, y bajaba la velocidad, sin estar ni siquiera cerca de un retorno. Entonces, alcanzo a ver claramente cómo el niño que resultó estar en el asiento trasero le pasó una marquesita a la señora que venía manejando. Y entonces la señora se detuvo por completo, y mordió la marquesita.
Pensando que a lo mejor se había distraído con la maniobra, le pité al pasarla, y por mi retrovisor vi cómo siguió ahí, inmutable, cómodamente estacionada sobre el carril izquierdo de la Av. García Lavín, comiéndose una marquesita...
La última de Banamex (Round III) // El Diablito Cha Cha Cha
Este nuevo desarrollo de los acontecimientos ocurrió hace algún tiempo, pero me provocó tal enojo que no pude (ni quise) escribir al respecto sino hasta ahora.
Dos o tres días después de que fui al banco a aclarar mi aclaración, recibí una carta de Banamex, notificándome oficialmente sobre el fallo por el cual se determinó que el cargo de $643 era mi responsabilidad. Debo en este momento recordar que la explicación que me dieron vía telefónica fue que:
Y yo pensé "whaaaat?" Porque una vez más, yo nunca dije que la tarjeta hubiera estado robada, sino que-- Y mientras pensaba eso, vi el documento anexo y empecé a ver todo rojo.
Porque ustedes no tienen manera de saberlo, pero créanme, como Banamex lo hizo, que ésa NO es mi firma, y ése definitivamente NO es el voucher que yo firmé. Por el error que hubo con el cargo original (y porque soy una ñoña) tengo aún la copia del voucher que YO firmé, el cual era un voucher abierto, en el cual taché el monto de la propina, porque se la habíamos dejado en efectivo a la mesera. El voucher que YO firmé fue impreso a la 1:39am. El que me mandó Banamex, a las 2:24am. Mi firma definitivamente no dice (ni aparenta decir) Ofaa.
Y entonces mi principal problema ya no es que en Banamex sean incompetentes al no darse cuenta que el cargo estaba incorrecto, sino que:
a) ALGUIEN (que he operado bajo el supuesto de que fue la mesera) se regaló $215 a mis expensas, con toda la alevosía, dolo e intención de hacerlo, al grado de haberse "inspirado" en mi firma para el garabato que pusieron sobre mi nombre.
b) Banamex aparentemente está consciente de los hechos descritos en a), pero se desentiende de la situación porque la tarjeta no se reportó como robada, a pesar de que la tarjeta no salió de mis manos más de lo que lo ha hecho en cientos de restaurantes en diferentes ciudades del mundo, y de que mientras escribo esto, la tarjeta se encuentra "a salvo" en mi cartera.
Lo cual significaba que:
a) Mi problema ya no era con Banamex y Condusef, sino con el restaurante; cabe mencionar que muuuuy al principio intenté comunicarme con ellos, después de que en Banamex me dijeron que me convenía más tratar el asunto directamente con el establecimiento para evitar un posible cargo por averiguación no procedente. Envié varios mensajes por medio de su sitio web e intenté comunicarme al número que venía en él, a diferentes horas, y nunca obtuve respuesta.
b) Nunca en mi vida estuve tan feliz de haber decidido no pagarle $800+iva a Banamex por la tranquilidad y el respaldo que una institución financiera de su categoría debería de garantizar para sus tarjetahabientes, y con los cuales ellos no cuentan. Porque una cosa es que Banamex te estafe de mil maneras posibles, y otra por completo que además permita que alguien más lo haga porque... ¿por qué?
La carta de Banamex llegó un viernes poco después de las 12. Corrí a mi computadora a consultar a la abogada de Profeco, que responde preguntas en el Chat de Profeco todos los viernes de 12 a 1pm. Ahí me dijeron que podía presentar tanto una denuncia como una queja en contra del establecimiento, y me dieron una cita para hacerlo la semana siguiente.
Otra cosa que hice, furiosa, más o menos para ese entonces, fue subir la foto de la firma falsificada a Facebook, y dejar un mensaje en el muro del Diablito Cha Cha Cha, diciendo (la verdad, es decir) que ahí me habían falsificado un voucher con todo y firma.
En la siguiente entrega: Una mañana en Profeco. ¡No fue tan terrorífico como se podría creer!
Dos o tres días después de que fui al banco a aclarar mi aclaración, recibí una carta de Banamex, notificándome oficialmente sobre el fallo por el cual se determinó que el cargo de $643 era mi responsabilidad. Debo en este momento recordar que la explicación que me dieron vía telefónica fue que:
"...el fallo había sido en mi contra porque existía evidencia física de la presencia de mi plástico en el restaurante. Lo cual es ridículo, puesto que nunca dije que no hubiera estado en el restaurante, sino que:La explicación que recibí en la carta no fue la misma:
Realice una compra/disposición de efectivo el día 14/03/2010 por $428.00 pesos y fue cargado a mi cuenta $643.00 pesos por lo que solicito que me sea reintegrada la diferencia que no acepto. [sic]
En seguimiento a su solicitud [...] le informamos que se determinó que este queda bajo su responsabilidad, ya que la tarjeta se encontraba en situación normal al momento de la transacción, lo anterior con base al contrato de tarjetas que nos indica en la cláusula de robo y/o extravío que el tarjetahabiente será el responsable del mal uso que se haga del plástico en tanto no exista notificación de robo o extravío telefónico al Banco. [sic]
Y yo pensé "whaaaat?" Porque una vez más, yo nunca dije que la tarjeta hubiera estado robada, sino que-- Y mientras pensaba eso, vi el documento anexo y empecé a ver todo rojo.
Porque ustedes no tienen manera de saberlo, pero créanme, como Banamex lo hizo, que ésa NO es mi firma, y ése definitivamente NO es el voucher que yo firmé. Por el error que hubo con el cargo original (y porque soy una ñoña) tengo aún la copia del voucher que YO firmé, el cual era un voucher abierto, en el cual taché el monto de la propina, porque se la habíamos dejado en efectivo a la mesera. El voucher que YO firmé fue impreso a la 1:39am. El que me mandó Banamex, a las 2:24am. Mi firma definitivamente no dice (ni aparenta decir) Ofaa.
Y entonces mi principal problema ya no es que en Banamex sean incompetentes al no darse cuenta que el cargo estaba incorrecto, sino que:
a) ALGUIEN (que he operado bajo el supuesto de que fue la mesera) se regaló $215 a mis expensas, con toda la alevosía, dolo e intención de hacerlo, al grado de haberse "inspirado" en mi firma para el garabato que pusieron sobre mi nombre.
b) Banamex aparentemente está consciente de los hechos descritos en a), pero se desentiende de la situación porque la tarjeta no se reportó como robada, a pesar de que la tarjeta no salió de mis manos más de lo que lo ha hecho en cientos de restaurantes en diferentes ciudades del mundo, y de que mientras escribo esto, la tarjeta se encuentra "a salvo" en mi cartera.
Lo cual significaba que:
a) Mi problema ya no era con Banamex y Condusef, sino con el restaurante; cabe mencionar que muuuuy al principio intenté comunicarme con ellos, después de que en Banamex me dijeron que me convenía más tratar el asunto directamente con el establecimiento para evitar un posible cargo por averiguación no procedente. Envié varios mensajes por medio de su sitio web e intenté comunicarme al número que venía en él, a diferentes horas, y nunca obtuve respuesta.
b) Nunca en mi vida estuve tan feliz de haber decidido no pagarle $800+iva a Banamex por la tranquilidad y el respaldo que una institución financiera de su categoría debería de garantizar para sus tarjetahabientes, y con los cuales ellos no cuentan. Porque una cosa es que Banamex te estafe de mil maneras posibles, y otra por completo que además permita que alguien más lo haga porque... ¿por qué?
La carta de Banamex llegó un viernes poco después de las 12. Corrí a mi computadora a consultar a la abogada de Profeco, que responde preguntas en el Chat de Profeco todos los viernes de 12 a 1pm. Ahí me dijeron que podía presentar tanto una denuncia como una queja en contra del establecimiento, y me dieron una cita para hacerlo la semana siguiente.
Otra cosa que hice, furiosa, más o menos para ese entonces, fue subir la foto de la firma falsificada a Facebook, y dejar un mensaje en el muro del Diablito Cha Cha Cha, diciendo (la verdad, es decir) que ahí me habían falsificado un voucher con todo y firma.
En la siguiente entrega: Una mañana en Profeco. ¡No fue tan terrorífico como se podría creer!
13 de mayo de 2010
N/A
A pesar de lo avanzados que creemos que estamos y de lo mucho que creemos que sabemos, la realidad es que, como dice el dicho, mientras más se sabe, más se sabe que no se sabe nada. Entendemos en realidad muy poco sobre cómo funcionan algunas de las cosas más importantes que componen nuestras vidas: la comunicación, los procesos mentales, el cerebro en general... Y bueno, eso sólo dentro de lo que podría considerarse verdaderamente específico a nuestra especie.
Mi tía Cecilia cree que se subestima el poder de la genética sobre la "configuración" de las personas, en más de un sentido. Me explicó algunas de las cosas en las que ha pensado, y la conversación fluyó, naturalmente, hacia nuestra familia.
Los Alonso son genios. Entiendo si la aseveración parece arrogante, pero no admitirlo es mentir. Es difícil explicárselo a alguien que no ha conversado con un Alonso, y estoy segura de que algunos de los que lo han hecho preferirían reemplazar la palabra "genio" por "loco". No los culparía; a fin de cuentas, la mayor parte de los genios están admitida y transparentemente locos. La palabra que tía Cecilia usó fue "cuadrados". Y mientras cuadrado significa muchas cosas, la descripción me hizo pensar en algo que mi tía Teresita nos contó alguna vez: los Alonso no se abrazan, ni se dicen que se quieren. Una de mis tías le colgó a una de sus hijas cuando ella le dijo que la quería mucho. Mi abuelito me ha contestado "gracias" cuando yo le he dicho lo mismo. Mi tía no soporta que la toquen más de lo estrictamente necesario. Los Alonso pueden construir un avión, proyectar una película en un cine si se va la luz usando una batería de auto, predecir con exactitud la trayectoria de un huracán (y pegar como los buenos, he oído)... pero los sentimientos los asustan.
Los Nieto son artistas. Son apasionados, son exuberantes, son sentimentales y dramáticos. Son fabulosos. Son artistas. Y también hay quien dice que están locos, y tampoco los culparía, porque los artistas son famosos por ser más corazón que, vaya, cualquier otra cosa.
El problema de los Alonso es que todos tienen razón todo el tiempo, o al menos eso creen ellos. Y la cosa es que tan seguros están que también tienden a ser explosivos y a subir su volumen de manera dramática para probarlo. A excepción tal vez de mi mamá, cuya tendencia genética a reaccionar como un Alonso se puede haber diluido por factores externos, no me es difícil imaginar a ninguno de mis tíos de pie, sacudiendo la cabeza arrogantemente, repitiendo "¡NO, NO, NO!" y quejándose de que la otra persona no estaba escuchando lo que ellos estaban diciendo.
Son terriblemente fascinantes.
La N, por otro lado, es observadora. Equilibra. Mi papá también tiene razón la mayor parte del tiempo, y posiblemente también lo sepa, pero a diferencia de los Alonso, él no necesita que los demás compartan su opinión. La da, y luego escucha, sonriendo, asintiendo, y responde en un tono característico de él y de sus hermanos, de uno más que de otro. Según mi tía él también es un genio, aunque no de la variedad estrafalaria.
Ésa es mi genética... Tal vez tergiversada lejos, muy lejos del sentido científico de la palabra, pero a fin de cuentas, parte de la fuerza que me hace quien soy. Sentimental, dramática, observadora, chistoseta, y siempre convencida de que tengo la razón. Y genia. Por todos lados genia.
Y de mi modestia y sencillez, ni hablar.
Mi tía Cecilia cree que se subestima el poder de la genética sobre la "configuración" de las personas, en más de un sentido. Me explicó algunas de las cosas en las que ha pensado, y la conversación fluyó, naturalmente, hacia nuestra familia.
Los Alonso son genios. Entiendo si la aseveración parece arrogante, pero no admitirlo es mentir. Es difícil explicárselo a alguien que no ha conversado con un Alonso, y estoy segura de que algunos de los que lo han hecho preferirían reemplazar la palabra "genio" por "loco". No los culparía; a fin de cuentas, la mayor parte de los genios están admitida y transparentemente locos. La palabra que tía Cecilia usó fue "cuadrados". Y mientras cuadrado significa muchas cosas, la descripción me hizo pensar en algo que mi tía Teresita nos contó alguna vez: los Alonso no se abrazan, ni se dicen que se quieren. Una de mis tías le colgó a una de sus hijas cuando ella le dijo que la quería mucho. Mi abuelito me ha contestado "gracias" cuando yo le he dicho lo mismo. Mi tía no soporta que la toquen más de lo estrictamente necesario. Los Alonso pueden construir un avión, proyectar una película en un cine si se va la luz usando una batería de auto, predecir con exactitud la trayectoria de un huracán (y pegar como los buenos, he oído)... pero los sentimientos los asustan.
Los Nieto son artistas. Son apasionados, son exuberantes, son sentimentales y dramáticos. Son fabulosos. Son artistas. Y también hay quien dice que están locos, y tampoco los culparía, porque los artistas son famosos por ser más corazón que, vaya, cualquier otra cosa.
El problema de los Alonso es que todos tienen razón todo el tiempo, o al menos eso creen ellos. Y la cosa es que tan seguros están que también tienden a ser explosivos y a subir su volumen de manera dramática para probarlo. A excepción tal vez de mi mamá, cuya tendencia genética a reaccionar como un Alonso se puede haber diluido por factores externos, no me es difícil imaginar a ninguno de mis tíos de pie, sacudiendo la cabeza arrogantemente, repitiendo "¡NO, NO, NO!" y quejándose de que la otra persona no estaba escuchando lo que ellos estaban diciendo.
Son terriblemente fascinantes.
La N, por otro lado, es observadora. Equilibra. Mi papá también tiene razón la mayor parte del tiempo, y posiblemente también lo sepa, pero a diferencia de los Alonso, él no necesita que los demás compartan su opinión. La da, y luego escucha, sonriendo, asintiendo, y responde en un tono característico de él y de sus hermanos, de uno más que de otro. Según mi tía él también es un genio, aunque no de la variedad estrafalaria.
Ésa es mi genética... Tal vez tergiversada lejos, muy lejos del sentido científico de la palabra, pero a fin de cuentas, parte de la fuerza que me hace quien soy. Sentimental, dramática, observadora, chistoseta, y siempre convencida de que tengo la razón. Y genia. Por todos lados genia.
Y de mi modestia y sencillez, ni hablar.
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