16 de junio de 2010

Oh, Samsung.

No pasa mucho tiempo entre una ocasión y la siguiente en la que me tenga que preguntar si tendré MUY mala suerte o sólo una menor tolerancia hacia cierto tipo de actitudes, en específico aquellas parecidas a la que describiré a continuación.

En un hermoso día del 2007 compré un reproductor/grabador de DVDs marca Samsung.  No sé a ustedes, pero en lo que concierne a audio/video, Samsung se me hizo una muy buena opción, especialmente por el precio, que para el tipo de producto no se me hizo excesivo.  Reproducía DivX (buenísimo para disfrutar de la antena mágica), grababa DVDs (fantástico para aquellas noches en que no llegaba a ver el principio de Grey's Anatomy), y aparte de eso reproducía DVDs fantásticamente, y un dia hasta pensé que daba la hora y el estado del tiempo, como se detalla en un blog que en realidad ya no existe.  Pero fue un día de ñoñez.

Resulta que de un tiempo para acá comencé a observar que el reproductor/grabador cada vez reproducía/grababa menos: no aceptaba cualquier disco, luego no expulsaba el disco una vez adentro, siempre marcaba error al grabar, sin importar el tipo de formato, etc.  Y después de leer todo el manual e intentar con todas las variedades existentes de DVD+R, DVD-R, DVD±R, DVD+RW, DVD-RW y DVD±RW, y todas las opciones de grabación habidas en mi computadora, que gracias a Dios no es Samsung, acepté por fin que era momento de llevarlo a reparar.

"¿Pero a dónde?", me pregunté inocentemente, porque se me hizo que un reproductor/grabador de DVDs está justo sobre la fina línea entre audio/video y computación.  Y después de cavilarlo unos días, se me ocurrió la luminosa idea de consultar en el sitio de Samsung, para ir con cualquier grupo de profesionales que se encuentren calificados para atender este tipo de desperfectos.

Comencé en Google.  Uno de los resultados fue AD Informática, en la Col. Yucatán.  Como aparentemente no tenía nada mejor qué hacer, entré al sitio de Samsung, y busqué mi aparato por número de modelo.  Hice click sobre "Soporte", y me apareció un menú desplegable donde podía escoger el estado o ciudad para ver los centros de servicio en donde se especializan en ese tipo de producto.  Ni Mérida ni Yucatán.  El soporte vía chat, fuera de línea.

Hoy lo volví a intentar.

Cliente:

Mi reproductor/grabador modelo DVD-R150 está fallando.  No está en garantía, pero quisiera que lo revisaran en algún centro de servicio autorizado de ustedes.  Busqué en el sitio, y no me apareció ninguno para audio y video en Yucatán.



Agente:

AD informática

[Dirección] 

[Teléfono]



Cliente: 

Sí ví ése, pero no aparece en la sección de audio/video. 

¿Ellos también son centro de servicio para este tipo de productos?


Agente:

si está en garantía si no donde usted considere [sic]

Y ahí me rendí con el chat. Le di las gracias y decidí que más me valía verlo con ellos directamente.

Llamé por teléfono.

Señorita: Centro de servicio Samsung
Yo:  Buenas tardes. Mire, tengo un reproductor/grabador de DVDs marca Samsung que está fallando.  No está en garantía, pero me gustaría ver si ustedes checan ese tipo de productos.
Srita: No, no vendemos productos.
Yo: No, yo TENGO un reproductor/grabador de DVDs, pero está fallando. ¿Dan servicio a equipos de audio/video?
Srita: ¿Está en garantía o sería a costo?
Yo: A costo, ya no tiene garantía.
Srita: ¿Es una impresora?
Yo: o_o
No, es un reproductor de DVDs que también graba.
Srita: Ah, pues sería cuestión de que lo traiga.  La revisión y diagnóstico cuesta $250, y eso lo paga al recepcionar el equipo.
Yo: (aaaaaghhhhh, recepcionarggghhhh)

Así que aún no he decidido si tres años de vida es suficiente para un reproductor/grabador de DVDs que no imprime, o si debo considerar opciones sobre a dónde llevarlo, o hacerme a la primermundista y arriesgarme a pagar $250 para que me digan que arreglarlo cuesta $1500.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario