30 de marzo de 2005

El cielo un soldado en cada hijo te dio

Después de aguantar los que fácilmente pudieron haber sido 607 chistes y referencias baratas a estereotipos de mexicanos en un foro internacional, exploté.

¿Qué fue? Que alguien mencionó ser mitad mexicano y mitad alemán, y alguien más hizo el comentario de que esa combinación era un buen equilibrio entre "mitad organizado, eficiente y trabajador, y mitad... bueno, no tanto".

Creo que nos merecemos algo mejor.

Esto fue lo que respondí:

Estoy orgullosa de ser Mexicana (y sí, con mayúscula). Hubo un tiempo en que me daba vergüenza, porque es horrible tener que lidiar con los estereotipos del mexicano flojo, los bandidos, el analfabetismo, la ignorancia, las ganas de robar y mentir, engañar y aprovecharse del pobre e inocente que se deje, que todo es fiesta y a nadie le interesa el trabajo, etc. Pero la verdad es que, dejando de lado todos los estereotipos, México es un gran país, y su gente ha atravesado mucho. Nos han pisoteado y estereotipificado tanto, que en cierta manera nos hemos convertido en lo que el resto del mundo nos ha hecho parecer que somos. Pero no lo somos. Te sorprenderías si supieras lo que México (y los mexicanos) le han dado al mundo.

En mi humilde opinión, nos merecemos algo mejor.

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Por otro lado, ¿es posible que nos hayamos ganado el tratamiento que recibimos? ¿Será que debamos hacer algo más que a) quejarnos por el trato que recibimos, o b) hacer de cuenta que no pasa nada y darle el avión al planeta Tierra?

Una vez alguien muy sabio (que ahora está siendo juzgado por abuso a menores, pero sabio en cierta manera, supongo) dijo que el cambio empieza con la persona a la que vemos en el espejo.

Un momento. Una persona aún más sabia, y que no ha tenido problemas con la ley, dijo "no podré cambiar al mundo, pero puedo cambiar el mundo en mí". Cuánto mejor. Así se empieza.

Como sea, sí nos merecemos algo mejor.

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