6 de septiembre de 2010

Blast from the Past: Germán Dehesa

Descubierto, desenterrado y desempolvado justo a tiempo para servir de homenaje a don Germán Dehesa, que estoy segura está durmiendo bien dondequiera que esté:

Empezando a leer a Germán Dehesa, me parecía como que ya lo había leído yo en algún lugar. Y me parecía extraña la sensación, porque yo nunca había leído nada sobre la Jaguara, la Domadora, el Bucles, el Charro Negro ni nadie por el estilo; pero como que se me pasee el alma por el cuerpo es todo menos novedad, no le di mayor importancia y continué con la lectura de la Gaceta del Ángel. Por suerte para mí y para la fortuna de este breve texto, el recuerdo llegó a mí cual vagón del Sirahuén, cargado de explosivos: Jorge Ibargüengoitia.

Uno de los libros cuya lectura más he disfrutado ha sido "Los Relámpagos de Agosto", de Jorge Ibargüengoitia, por la manera en que el autor narraba las desventuras de los caudillos de un estado imaginario en los tiempos de la Revolución. Entre chismes y chistoretes, entre conspiraciones y metidas de pata, Ibargüengoitia lograba entretener mientras daba al lector un panorama general del clima que la Revolución llego a alcanzar: caótico, desorganizado, frenético, y sobre todo, muy confuso para todos. Y la verdad es que, así a las buenas, cualquiera quiere instruirse.

Ese estilo tan coloquial, tan anecdótico; tan en son de chisme y de "tú no estás para saberlo ni yo para contarlo", pero al mismo tiempo tan directo y tirándole a la verdad, vengo a descubrir que no es sólo propio de Jorge Ibargüengoitia. Me voy enterando que esa narrativa que no escatima en palabras poco usuales y comentarios al margen para interesar y cautivar al lector, valiéndose tanto de historias personales como de eventos nacionales (y hasta internacionales) anecdotizados como si fueran chismes de lavadero es también el estilo que caracteriza a Germán Dehesa, y es seguramente el que lo ha provisto de una buena base de lectores fijos para su columna en sus diversas presentaciones a lo largo y ancho del país.

Es fácil entender por qué un lector podría volverse asiduo a la lectura de la Gaceta del Ángel de Germán Dehesa. Es mucho más sencillo sentirse atraído cuando te cuentan cómo sufrió el Dalai Lama la "hospitalidad" mexicana, que cuando recibes una conferencia acerca de las repercusiones morales, sociales y legislativas de la conducta de la élite hegemónica de nuestra nación ante la inminente visita de una autoridad oriental proveniente de un régimen oprimido. Puede decirse que la diferencia salta a la vista, ¿no es así? Y a eso debe añadirse la existencia de personajes en las historias; tanto la familia del autoproclamado Charro Negro, como los cuates del pueblo, el Rayito de Esperanza, el señor Presichente y el resto del elenco. Acomodadas tras una entretenida diatriba sobre la falta de nicotina, el desempeño de los Pumas o las dietas de la Jaguara, se encuentran las críticas más ciertas, y hasta sorprendentemente directas, a cuanto elemento de nuestra realidad nacional puede ser criticado: desde las marchas contra el desafuero hasta la para algunos inexplicable costumbre femenina de cargar en la bolsa hasta con el martillo; de la pésima cobertura de las Olimpiadas al gramaticalmente incorrecto hasta las chanclas comentario del Secretario Creel de que los mexicanos nos vemos flagelados por la amenaza del sospechosismo. Y lo que sea de cada quien, con todo y que ha sido botana, yo soy de ésos que apoyan la creación de términos novedosos y atencionistas. Tal vez precisamente porque son botana.

Y seguramente Germán Dehesa también. Si no, ¿cómo se habría aventado a llamar a Irma Serrano "un error de ortografía de la genética?"

Punto y aparte
Por otro lado, debo comentar un hecho que me llamó mucho la atención. Al buscar "La Gaceta del Ángel" en internet, me encontré con un sitio creado por un obvio admirador del Sr. Dehesa. A pesar de que dicen que los textos escritos (y sobre todo vía computadora) son muy fríos, a leguas se leía que el pobre chico hablaba (sic) con el corazón roto. Este joven se dedicaba a archivar las columnas y a publicarlas gratuitamente en su sitio para todo aquel que quisiera consultar ediciones anteriores, lo cual, honestamente se me hace una labor loable. Sin embargo, su ídolo se puso en contacto con él de una manera en la que nadie nunca quiere ser contactado: a través de su abogado, con el fin de advertirle que lo que él hacía era un crimen y una grosería. El chico se vio obligado a quitar las columnas pasadas y publicar una disculpa por... bueno, por infringir algún derecho de propiedad intelectual.

Es una lástima, verdaderamente, que Don Germán, siendo tan docto y tan instruido en los temas que trata en su columna, no esté un poco más abierto al progreso y al ambiente de flujo (gratuito) de ideas en el que teóricamente está basada la Internet. Debo decir que su negativa a compartir sus columnas, aún las más antiguas, priva a una nueva generación de lectores (aquellos a quienes les es resulta más conveniente leer en línea) de sus agudas críticas y su cautivador estilo. -A/T (Noviembre 2004)


Adjunto:
La Gaceta del Ángel (Agosto a Noviembre de 2004)

Agosto 29, 2004
¡No marches!

Contra lo que muchos piensan, yo solía tener una muy buena opinión de AMLO y no desespero de recuperarla. Tampoco tengo la menor duda de que Fox, Madrazo y Creel lo traen en la mira y desean aniquilarlo (y no con balas de goma). Lo que me parece alarmantemente demagógico y estúpido es el modo de reaccionar de Andrés Manuel que, golpe a golpe, perdió en unos cuantos días la simpatía de la clase media ilustrada y se ha puesto su sayal de protomártir del Japón para confiarse y confiar su salvaguarda en los morenos brazos de una rentable entelequia llamada "pueblo mexicano". Ésas son mariconerías, payasadas y avisos de nublazón mental. Éstas no son, no deberían ser, asonadas tabasqueñas. Nuestros politiquillos están jugando con el futuro y la viabilidad de este país. Ya los desentonados jilgueros perredistas nos avisaron que la pérdida del fuero del Rayito de Esperanza puede provocar una guerra civil. Achíquenle. La verdad no creo que, en el eventual caso de que el pantanoso paladín fuera conducido a su Gólgota de huacales ("El Mártir de Macuspana"), la nación se incendiara. Lo que tendría que hacer AMLO es dejarse de visajes, renunciar voluntaria y temporalmente al anacrónico fuero, enfrentar, dentro de esa ley que parece estorbarlo tanto, un cargo bastante enfrentable y defendible (es una perfecta nadería) y seguir su vida.

Preveo que no me hará el menor caso (te digo y te digo y como si no te dijera). Es más lucidor y más rentable voltear los ojitos, hacerle a la Virgen de los Siete Puñales, poner cara de "El Grito" de Münch recién robado y organizar cadenas humanas, rosarios laicos, declaraciones que darían para varias historietas y marchas históricas nacidas del capricho de demostrar quién la tiene más grande y de rebasar, aunque sea a base de inmundos acarreos, la todavía no establecida cifra de los que acudimos a la marcha contra la violencia y la impunidad.

Finalmente es una marcha contra el gobierno, pero se le olvida a López Obrador que él es gobierno y que ha sido democráticamente electo para, entre otras cosas, no gastar nuestro dinero en sus tarantes historietas y en su onerosa campaña de medios para convocarnos a que marchemos con él. No dudo de que muchos acudirán, la indigencia nutricional y neuronal de México es inmensa (y también, lo crea o no AMLO, el hambre y la marginación son inmensamente respetables). Es obvio que yo no marcharé. Aunque mi salud fuera la envidia de las naciones, no marcharía. No creo en esta mala comedia, aunque vuelvo a mis palabras iniciales: antes de que fuera el Rayo, tuve genuina esperanza en Andrés Manuel. Es más: AMLO me sigue pareciendo lo más presentable de la actual baraja para el 2006; pero mi mejor deseo es que nos cambien la baraja. Rayito, alma mía: ¡no marches!.

¡Felicidades, Ana!

También TV Azteca tiene momentos estelares. Si el martes 24, Televisa tuvo amplio espacio para demostrar su tontería, su congénita capacidad para la falta de respeto y su gozosa vocación de vulgaridad y todo esto teniendo como víctima propiciatoria a la velocista sonorense; el miércoles 25 asistimos a la venganza de TV Azteca (que ya anunció públicamente que le va a dar a Belem Guerrero ¡50 mil pesos!... ya me imagino el brutal sobregiro que tendrá en su chequera el señor Salinas Pliego). Más de dos horas tuvieron secuestrada a la ciclista de Neza José Ramón y sus huestes. Le hicieron bromas graciosas, mediocres y tontísimas. Hubo tiempo de todo. En la mesa principal estaban varios señores que no hablaban porque, según amenazaron, el llanto les ganaría. Varios de los otros, mejor no hubieran hablado. Sin duda, la medalla de oro se la llevó Julio César Chávez. Una sola vez le dieron la palabra. Él no desaprovechó la ocasión y le dijo a Belem: felicidades, Ana. Es mi ídolo.

Muy lejos de ahí, Vicente Fox alzaba la voz para felicitar a Ana y a Belem. Alguien le hizo llegar un papel y él, como jugando al navío, navío, cargado de..., dijo: viene llegando, viene llegando, la noticia de que Saúl Mendoza también ganó medalla de plata. La noticia es del domingo. Me preocupa el Presidente. Es capaz de anunciar en el Informe que cayó la Alhóndiga de Granaditas... En fin: HOY TOCA.



¿Qué Tal Durmió? CCCLV



¿Saben qué es lo peor de todo esto?. Que en verdad estos gusarapos de cañería duermen de lo más tranquilos. Habrá que seguir gritando.


Agosto 31, 2004

No marché

Soy fuerza muerta. A esta conclusión me ha hecho llegar una bienamada amiga poblana que norma mi vida a golpe de teléfono. Dime, muchachito: ¿te invitaron a la inauguración del Segundo Piso?. No. ¿Te invitaron al Informe?. No. Para que veas: todas las fuerzas vivas fueron convidadas y esto nos lleva a la conclusión de que tú y yo somos fuerzas muertas. En efecto, lo somos. De mí sé decir que me he conseguido minuciosamente la antipatía de todos nuestros próceres. A ese respecto, he sido enormemente equilibrado, parejo y justiciero. Aun reconociendo que Madrazo es mi consentido, me he esmerado en repartir equitativamente las mentadas de madre. Resultado: soy fuerza muerta. Esto me ha producido tan honda melancolía, tan azteca depresión que no tan sólo me abstuve de asistir a la pejemarcha, sino que ya, cegado por la pena, he decidido pepenar a mis seres queridos y dirigirme a la noble y real villa de Madrid. ¿Cómo la ven?. He pensado que es para mí el ámbito ideal para reagrupar fuerzas, restaurar pulmones, redactar mi informe (así decían los presidentes priistas) y pulsar la opinión madrileña que siempre está tan atenta a lo que ocurre en la delegación Gustavo A. Madero. ¿Con que me consideran fuerza muerta, eh?, pues agonizaré en Madrid flagelado por el doble y duro látigo del jamón de Jabugo y el vino de la Rioja (hasta acá se oyen las mentadas de las fuerzas vivas).

No se crea que nada más arranqué a lo buey y como si ya me mandara solo. No, señor. Seré fuerza muerta, pero siempre estoy pensando en el bien de mi comunidad. Toda esta expedición punitiva comenzó cuando, mientras agonizaba en acreditado nosocomio, desde el mundo exterior me llegó la noticia de que los Pumas habían sido invitados por los galácticos del Real Madrid para disputar el Trofeo Santiago Bernabeu, este martes 31 en el propio estadio. Recuerdo que, todavía con la mascarilla de oxígeno instalada, hice un compromiso conmigo mismo: si la libro, iré a Madrid a cuidar a Hugo Sánchez y a invertir los bronquios que me queden en apoyo de la causa auriazul. Venturosamente, ahora me encuentro en plena fase de recuperación y me apresto a cumplir con ese autofrecimiento. Llevo matraca, sarape de Saltillo, playera Puma, corneta, banderas mexicana y unamita, sombrero galoneado (o jaloneado) y pelota. Ansío llegar a la aduana y que el inspector me mire y pregunte: ¿motivo del viaje?. De mis futbolísticas andanzas les haré oportuna reseña.

Mi viaje ya estaba decidido, pero más ganas me dieron de irme cuando recibí dos noticias parejamente adversas: mi hija Mariana, aguerrida defensa de la balompédica escuadra del Colegio Madrid, tuvo a bien anotar un gol maravilloso en su propia portería. La caudalosa baba se extiende por la zona sur de la ciudad y yo no quiero ser señalado como el padre de la autora del desaguisado. La segunda noticia es todavía peor: el novísimo baño de mi recámara conocido como "El templo de Afrodita" ha manifestado un leve problema técnico. ¿Se acuerdan de lo que sufrí en el cuarto verde y de las largas semanas de exilio que ahí padecí en esa rupestre versión de los camarotes del lujosamente olímpico "Queen Mary"?. Pues ahora resulta que en la cocina, que queda exactamente abajo del baño, han comenzado a formarse unas pre-goteras tipo Cacahuamilpa. ¡Me carga la perinola!. Van a tener que ¡quitar la tina! y reconstruirlo todo. Si no tenía planeado irme, ésta es razón suficiente no tan sólo para viajar a España, sino para dar por disuelto el vínculo matrimonial y poner un merendero en Torrelodones.

El caso es que paso a retirarme. Voy vengo. Antes, mucho antes del grito, estaré de regreso. Les encargo mucho al país. No hagan enojar a La Volpe que es tan sensible. Oigan y vean el Informe y no le hagan demasiadas peladeces al Presidente. Pónganle mucha atención a la respuesta de Manlio Fabio que seguramente enaltecerá por igual a Miguel de Cervantes y al Güero Palma. Las llaves y el dinero los dejo con la Capufe. Ahi arréglense con ella. Yo no marché o, mejor dicho, sí marché pero rumbo a la Cibeles.

¿Qué Tal Durmió? CCCLVI

Me voy con una pregunta sin resolver: en su Informe ¿dirá Vicente Fox algo acerca de las muertas de Juárez y si tal es el caso, qué será lo que diga?. Fíjense muy bien para que me cuenten.



Agosto 31, 2004
Los días azules I

Madrid. Bartolomé Esteban Murillo no es de este lugar ni de este tiempo. Da igual. Imagino una conspiración. Algo habrá fraguado Zapatero para que en el verano de este olímpico año, el cielo de Madrid fuera pintado por Murillo. Es un azul cálido y gentilmente avasallador. Tenía yo tiempo de no ver un cielo color azul cielo. Es Madrid, es domingo y no hay mucho qué hacer. A Neptuno y a La Cibeles se les ve con ganas de abandonar lo gloria vial, buscar la sombra, tomarse del brazo y conseguirse por ahí una cervecita con tapas. Termina el veraneo y avanza la procesión de escolares que, para su desconsuelo, ya saben la noticia de que el 13 de septiembre volverán a clases. Esto lo acaba de saber Osamita Bucles que ya comenzó sus cursos y se le quiere ir a las patadas a Don Reyes Taméz por el tramo de playa que le robó. Una familia azteca ha llegado a Madrid bajo un cielo más que azul. Traen el horario más enrevesado que el de nuestros ferrocarriles (¿quedará alguno?) y, a medio domingo no hayan su acomodo.

LA CLAUSURA: Huyendo de tanto azul, nos hemos refugiado en el Hotel. La Jaguara ha sido terminante: nadie deberá dormirse hasta que sea la hora de dormir, so pena de no "agarrar horario" (así dice ella en su humildísimo español); hay que tomar un baño, aprovechar que el día está precioso, salir a pasear y disfrutar. El Bucles y yo nada más la miramos con ese congojoso rostro que tenían los esclavos de Catalina la Grande después de un buen entre de latigazos. ¿Está claro?, pregunta la mandataria. Los esclavos asienten y, de inmediato, la Jaguara se coagula en blindado sueño. Cuenta la leyenda que algún día despertará al recibir su primer beso de amor.

A los sobrevivientes, la televisión nos trae el marathón, la final de water polo que es un deporte que hasta duele de los aburrido que es. En cambio la carrera de Marathón tiene su gracia. Como se sabe, el primero que la ganó fue griego, pero se murió antes de la coronita. Hubo en tiempos más recientes otro griego bigotón de nombre Marussi Spiridón Louis que ganó esta carrera y fue premiado de por vida con el derecho a legumbres, limpiabotas y peluquería gratuitos. En la edición 2004 que arrancó precisamente en la llanura del hinojo (eso quiere decir marathón), podría haber ganado el brasileño Vanderlei Lima, que fue interceptado por un fanático irlandés, alcoholizado, demente y descerebrado que se llama Cornelius Horen. Así, Vanderlei se quedó sin esa medalla de oro que, también con justicia, recibió el italiano Stefano Baldini. En el water polo ganaron los que no vieron.

Vino luego la ceremonia-fiesta de clausura que nació del trigo, del canto y de la música. Fue una nocturna vendimia. La capacidad gozadora de los griegos es admirable y compartible.

En el cielo había luna llena y Eros, el arcángel pagano, paseaba a sus anchas repartiendo generosa y gratuitamente uno de los bienes más preciados de la humanidad: el antojo. Estarás muerto el día que despiertes sin antojos.

De una espiral de trigo nacieron las danzas y la música y, por un buen rato, la humanidad mostró lo mejor de su alma y su más justiciera alegría. Sonaron los bouzukis y fueron llegando Manos Hadjidakis, María Faranduri, Melina Mercuri, Mikis Theodorakis, tantos amigos. Todos bailaban y cantaban haciendo corro alrededor de la luna. "Grecia, madre mía" se llama una canción de Hadjitakis que a todos atrapó. Como todas las que han transcurrido al amor del Mediterráneo, ésta fue una hermosa Olimpíada. Para esto, la Jaguara había despertado, los atletas se despedían, los chinos se hacían presentes y el fuego, en lugar de extinguirse, quedó en manos de los niños. Santo y bueno.

LAS MANIFESTACIONES: En nuestro Zócalo hubo sesión plenaria. Eugenia León cantó hermosamente y Andrés Manuel volvió a dar aviso de que él no importa, él es un Juan Diego laico; lo que importa es "El Proyecto". Muy bien. Ojalá y algún día seamos dignos de conocerlo. Cuauhtémoc no asistió.

Kilómetros arriba, en Nueva York, decenas de miles de norteamericanos se manifestaron en contra de Bush. La elemental humanidad también está en contra.

¿Qué Tal Durmió? CCCLVII

¿No será que todo es un mal sueño y nadie ha muerto en C. Juárez?.



Septiembre 1o, 2004

El trémulo Madrid

En esta Real Villa la vida no es fácil. En este sonoro cierre de verano, la meseta castellana es un comal enorme. Luna llena y sol llenísimo. Su Charro Negro organizó una variopinta armada puma (sin acarreados ni taxistas piratas) que se arrastra por Madrid entonando goyas cada vez menos entusiastas y más desfallecientes. La Jaguara es una reencarnación de la Corregidora de Querétaro y pretende imponernos organización y disciplina. Trae playeras y aditamentos pumas para todos. Con la colaboración de la Maga Vaga, amiga dilectísima, traemos también banderas de diversos tamaños. Yo veo al grupo y pienso que parecemos entre nacos y narcos de esos que salen en la tele echando porras en Australia, para posteriormente ser entambados con todo y bandera y sombrerísimo. Somos muy pataratos.

La sección infantil de esta desarmada vencible la forman Andrés Bucles y otro prófugo de la vida académica que se llama Maximiliano, quien se logró evadir astutamente del Colegio Campestre Contadero gracias a la gentil complicidad de Miss Mayte. Ambos chavales presentan graves problemas de indoctrinación. El pequeño emperador ya se abrió de capa y ya me dijo que a él los Pumas le vienen valiendo gorro porque su corazón está enteramente ocupado por el Cruz Azul. A punto de hacerle sangrientas burlas por la goliza que les acaba de recetar el Monterrey, rectifico el camino y opto por la vía pedagógica. Tras una fructífera negociación, llegamos a un compromiso: sólo por hoy, martes 31, el niño Max apoyará la causa felina dado que se trata de un cotejo internacional donde está en juego el casi inexistente prestigio del futbol mexicano. Por eso y sólo por eso, el niño Max apoyará nuestra causa.

El caso del Bucles es quizá más complicado. Yo recuerdo que en mi infancia, cualquier abismo de conciencia lo arreglaba mi mamá con un pescozón. Ahora ya no. En su declaración preparatoria ha dicho Andrés que, mientras el asunto se limite a México, su pasión está con Pumas, pero que en el plano internacional, su compromiso es con Real Madrid; ergo: su vida es un pantano. Nueva negociación igualmente fatigosa. Nunca me imaginé que un par de xoloixcuintles tuvieran ya tantos laberintos en el alma.

Con ciertas restricciones, me invitan al Palco del Real Madrid. Hay que ir de traje y corbata y, al parecer, se espera la visita de la Santísima Trinidad. La otra posibilidad es ir al graderío con la perrada. Como no tengo traje y este año no me toca comprar, opto por la rugiente masa. Dentro de cuatro horas comienza el partido. Ahí estaremos los narconacos. Ya le aposté una lanota a Pumas. Me dan dos goles de ventaja. Si pierdo, ya ni regreso a México y si gano, menos. Ya supe cómo acabó, pero eso lo cuento en otra sección. Mi corazón canta.

El Informe

Cuando tú leas esto, lectora lector querido, ya sabrás si los Pumas nos batimos en retirada, o nos retiramos batidos. Estarás, además, a unas cuantas horas del IV Informe de Gobierno de Vicente Fox. Ahi te encargo de que lo veas y lo escuches. Me interesa mucho tu opinión, aunque no creo que venga cargado de novedades y sorpresas. Parte del desencanto generado por el foxismo tiene que ver con el hecho de que se ha vuelto enteramente previsible. Poco o nada queda de aquel ímpetu que alegró con tanta intensidad la mañana del tres de julio del 2000. La luna de miel transcurrió con más pena que gloria y cuando el actual gobierno se volvió cotidiano, vinimos a descubrir que había perdido toda su gracia y energía iniciales. El dinosaurio ahí seguía recuperándose de la fuerte herida que recibió y logrando el milagro de restaurar y hasta ampliar su clientela a base de sus mañas de siempre. Por su parte, el PRD, con todo y el brutal canibalismo que aloja, sigue vivo, nutriéndose de AMLO (al que dice nutrir) y oponiéndose a cuanta transformación ha intentado emprender fox de modo bastante chambón. El PAN, que supuestamente es el partido en el poder, se ha desgastado por su traumática relación con Fox y por sus cada vez más frecuentes actos de corrupción. En fin, ya me contarán. Preveo triunfalismos macroeconómicos y mentiras piadosas en los rubros de seguridad, salud, educación, tecnología, deporte e impartición de justicia...



¿Qué Tal Durmió? CCCLVIII


¿Dirá algo Fox?.


Septiembre 3, 2004
¿Para eso les pagamos?

Nunca nos preguntan. De modo muy particular, no creo que esta vez ningún "representante popular" haya hecho ningún tipo de consulta para, por instrucción nuestra, hacer en San Lázaro las torpezas, groserías, bufonadas e imbecilidades que hicieron durante el IV Informe de Gobierno de Vicente Fox. Toda la batahola me parece injustificable, antidemocrática y propia de bestias. Me gustaría saber quiénes de los Legisladores rijosos hizo lo que hizo pensando maduramente en el bien de su país y cuántos de ellos actuaron porque tenían línea de su partido, o de alguno de sus lastimosos lidercillos, o porque simplemente son broza descerebrada.

Es una infinita vergüenza suponer que ese hato de bestias nos "representan" a nosotros y al país. México no es ese hatajo de mulas que no saben más que estorbar, que cobran mes a mes de nuestro dinero, que reciben prestaciones, prebendas, apoyos, sobresueldos, bonos, facilidades, exenciones y que a la hora de sacar adelante las leyes que necesita el país, de hacer bien su trabajo, de hablar por nosotros, se comportan como si estuvieran en la jaula de los simios.

En todo lo dicho, no debe leerse una defensa a ultranza de Vicente Fox o de su mandato. Sobre el asunto ya he opinado abundantemente. De lo que se trata es de establecer lo que es permisible cuando un desacuerdo público se da en el seno de una democracia. Tiempo de sobra tienen los Legisladores para manifestar con ideas y argumentos sus disensos y sus consensos. En esto consisten su derecho y su obligación. Supuestamente, al ser nuestros representantes, llevan a las Cámaras nuestra voz y nuestro punto de vista acerca de todo lo que sea de interés público. Para eso cobran y a eso deberían de limitarse. Nadie les paga por comportarse como lo hicieron en el reciente informe. Supongo que alguien habrá que opine que actuar así es legítimo. No lo es. Ningún bien se le hace a una democracia (ya olvídense de las personas) atropellando y lastimando a sus instituciones. Eso no tiene justificación posible.

De los "líderes obreros" tampoco hay muchas cosas buenas que decir. Son connotada carne de presidio y no deja de ser otro ridículo sainete el que ahora dicen representar a nombre de los "intereses legítimos" de sus agremiados que nunca les han importado ni mucho, ni poco. Los sindicatos pretendieron tomar San Lázaro y desquiciaron la ciudad, los Legisladores ya están desquiciados y desde dentro tomaron el recinto. El único perdedor fue México que hoy comparece en la prensa internacional como un país habitado por monos maulladores.

Cosa extraña: Manlio Fabio Beltrones, pese a su inmensa autoridad moral, nada pudo hacer por devolverle un mínimo de pulcritud a esta ceremonia que, año con año, pone más en evidencia que ya no funciona, que ya dio de sí y que ya existen modos más eficientes y democráticos de informar a la sociedad acerca del estado que guardan los asuntos de gobierno.

Al final también hay que decir algo acerca de Vicente Fox. La entrevista que le concedió a Ginger Thompson del "New York Times" es para sentarse a llorar a gritos. Se le percibe cansado, fastidiado, desilusionado. Reconoce que no pudo con la herencia maldita que le dejó el PRI y deja ver que nada le sorprendería que este partido regresara a Los Pinos en 2006. Don Vicente se aferra a sus logros "macroeconómicos" y de lo demás parece desentenderse. Todo este hastío que rezuma la entrevista lo llevó a Vicente Fox al herradero de San Lázaro.

Por todo y esto y aunque estoy a distancia, me parece importante declarar que con gran melancolía o con franco enojo, no me siento representado por ese Presidente, o los Legisladores o esos líderes sindicales. Es de pena propia y ajena que digan hablar a nombre de México. A todos ellos les pregunto: ¿para eso les pagamos?.



Ya Lo Había Dicho



Lo confirmo. Si Fox hubiera querido en verdad dar una buena noticia, tendría que haber hablado del triunfo de los Pumas. No lo hizo y así le fue. Yo tengo otra noticia buenísima: HOY TOCA.



¿Qué Tal Durmió? CCCLX



En efecto. Fox se refirió a las muertas de Juárez, pero nada nuevo dijo. Con todo y "lucha frontal" el asunto sigue dormido.


Octubre 4, 2004
La lotería semanal

¡LAAA SILLAAA!: Dolores Padierna está apoltronada en la silla que supuestamente le corresponde a Manlio Fabio Beltrones. Los perredistas fracción Bejarano se han vuelto a embarcar en su selvático ceremonial apache.

Lo peor de todo es que Sergio Sarmiento tiene razón: la modificación al artículo 122, tal como se ha conducido hasta ahora, es una salvajada con más carga política que la proclamada intención de darnos buen gobierno. El DF, es obvio, tiene que enfrentar el problema de los costos educativos. Como a toda otra entidad federativa, al DF le toca asumir esta responsabilidad. De nuevo el asunto es de maneras. Todo esto tendría que haber sido hablado y negociado exhaustivamente; se tendrían que haber establecido modalidades y plazos. De hecho, todavía es tiempo de resolver así las cosas; pero nos empecinamos en jugar el peligroso juego de los hechos consumados y de la reacción atropellada, violenta e ilegal. Con tal de llegar a la silla del 2006, todo parece valer: PRI y PAN se descuentan al PRD y éste renuncia a una negociación que tendría todo el aval de la sociedad, con tal de darse el discutible lujo de devolver descontón por descontón. Pregunta: ¿por qué ahora que es tan obvio que el PRD tiene la razón, renuncia a ella y opta por la selva?. En el fondo de todo esto hay algo perverso y antipatriótico. El juego del PAN y del PRI está claro; lo que resulta incomprensible es el juego del PRD. Siempre habrá que temer a los enemigos de fuera; pero los que son letales son los enemigos de dentro. Bejarano cabalga de nuevo, Andrés Manuel, frente a esta sublevación comanche, ya no sabe si apoya o si no apoya, si lo están ayudando o lo van a hundir con tanto "apoyo". Nuestros políticos estúpidamente se quitan la silla unos a otros y la sociedad, nomás mirando.

¡LAAA LUUUNAAA!: Dice Luis Eduardo Aute que una dádiva hermosa que podría hacernos la vida consistiría en encontrarnos no con un girasol, sino con un giraluna. Bueno, pues ahí tienen que a mí la vida me obsequió un giraluna (digamos, una giraluna porque es hembrita) que ¡por fin! ya culminó felizmente el parto de un disco. Diría el Piporro: ta'paaadre. La presentación en sociedad fue en el espacio cultural de CU y, como ya les había contado, a mí me tocó asistir en estricta calidad de espectador. Y ahí, al amparo de la fresca noche universitaria, en la sala Miguel Covarrubias, estábamos el Bucles y su padre, el Cerobucles, locos de contento aplaudiendo, disfrutando, beneficiándonos de la aromática y sigilosa danza de nuestra Giraluna. Como bien pudieron comprobar los muy gentiles asistentes, Carlos Díaz Caíto, giraluna macho, coautor de este milagro, se hizo presente de todas las maneras.

¡EEEL DALAIII LAMAAA!: Pobre cuate. Le asestamos una semanita azteca de pleno y tropical despelote. Yo no sé si los mexicanos estamos capacitados para entender el pensamiento tibetano; pero por la cara del resistente Dalai, podemos inferir que de nosotros los tibetanos no entienden ni madre. Lo que a todos nos salvó es que el Dalai es un ser enormemente alivianado, bienhumorado y con una extraordinaria capacidad para darle a todos el avión. Iba con López Dóriga y éste le preguntaba por algo ocurrido en 1958 y el gran Dalai se arrancaba haciendo la pormenorizada crónica de lo ocurrido en 1951 y así, año por año, se la iba llevando; iba luego con López Obrador y tarde se le hacía para decirle que era su mero cuaderno doble raya; también le soltamos a nuestra Martucha y el Dalai le obsequió un amuleto contra las caídas; pero cuando me apantalló en grado extremo fue cuando llegó con Creel y éste flanqueado por el ínclito Norberto lo saludó como "Su Santidad" y Norberto acá fruncidísimo y Creel en el puritito adorne y en eso salta a la cancha un cuate disfrazado de rey azteca y el Dalai haciendo bizcos y el rey azteca leyendo un megarrollo y Creel queriendo arrebatarle el papelito a Xoconoxtle IV, Norberto volteando los ojos al cielo y el Dalai divertidísimo. Cuando les reciten el trilladísimo lugar común que reza "no se puede quedar bien con todos", acuérdense del Dalai y verán que sí se puede. En efecto, el Tíbet es una tierra misteriosa, pero Aztlán es como cumbia mística.


¡LA CAMITAAA!: HOY TOCA.

¿Qué Tal Durmió? CCCLXXXV

Por hoy, me da igual.

040920

Gaceta del ángel
Por Germán Dehesa


Sopa de puente

Cada mochuelo a su olivo, dicen en España; cada chango a su mecate, decimos en México. Dígase como se diga, lo importante es que las dispersas tribus nahuatlacas retornen a su lugar de origen y se pongan a trabajar. Entiendo que conminaciones como esta última no deben decirse en México de modo tan abrupto, porque al tenochca medio no es difícil que se le quiebre la bilis y le venga la hipoglucemia, el temblorcito en el párpado y la hiperventilación. Sorri. Está por terminarse el 2004 y ya no es correcto diferir más nuestro ímpetu laboral. ¿Les parece bien que trabajemos durísimo en octubre y ya, en cuanto lleguen los muertos, vayamos aflojando para no herniarnos?. Imbuidos en este espíritu e iluminados por el recuerdo de Don Adolfo Ruiz Cortines, hermanas y hermanos, yo os digo: ¡México, al trabajo fecundo y creador!.

La multitud de pontífices viene de regreso. La astrosa grey incluye a varios amigos míos y a un buen número de los legisladores y personajes que tendrían que haber estado en el hipnógeno Informe de Gobierno de López Obrador, pero que, con su ya proverbial irresponsabilidad, prefirieron irse a Tepetongo o a las grutas de García. En cambio acá su Charro Negro no salió ni a la puerta, pero tampoco recibió invitación para esta ceremonia que, según las crónicas, salió bastante rupestre. Sólo en una comunidad que ha vivido tantos siglos adormilada se puede entender y aceptar que el que cobra por gobernarla le rinda a los gobernados un informe que cínicamente omita y dé por no sucedido un enorme escándalo político y financiero: no existieron los videos, no existió el trasiego de dólares y Bejarano, Ponce, Ahumada son meros ectoplasmas con menos entidad que Gasparín. Les digo. Pero vuelvo a mi punto: el gobernante puede hacerse uei de este modo tan palmario, empero lo realmente escandaloso es que los gobernados se queden tan tranquilos frente a este desafuero que nos aplica AMLO. Así un informe de labores, una enumeración y una evaluación de resultados, rendición de cuentas y tareas por venir, terminó convirtiéndose en la cansina acumulación de lugares comunes, colmilladas y capotazos políticos que tienen que ver con la promoción a futuro del señor AMLO, pero que carecen enteramente de relevancia para evaluar el buen o mal gobierno de una ciudad.

Así estuvieron las cosas: pura batea de mondongo. Se salvan (es un decir) algunas joyas verbales como la expelida por la pepenadora priista Norma Gutiérrez quien, según nota de R. Zamarripa, sin trepidación alguna hizo una cita de "Max Güegüer" (novelista rumano, autor de "La Güeras Guangas" Ed. Güena Prensa ); o la comprometedora afirmación de Sherlock Bátiz quien dijo que estaba satisfecho con lo logrado, aunque reconocía que todavía quedaban tareas pendientes (en todo el mula mundo cualquier mula político puede sin mula compromiso hacer esta mula declaración).

Hacia el final, el arrullador rollo del Rayo tornóse intenso, tropical y vibrante, porque lo crean o no, volvió al asunto del desafuero. Ya saben: que es una conspiración... que me ganen en las urnas... que el pueblo no se merece esto... En verdad, siento que estoy viendo por enésima vez "Nosotros los Pobres". Nos va a rendir por cansancio. Tal como vamos, no está lejano el día en el que todos pidamos a gritos que no le quiten el fuero y que deje de estar fregando.

Mientras tanto, ¡ojo!, los medios lentamente reorientan sus antenas. Hace un rato, me hablaron para saber si aceptaría una entrevista acerca de quién podría sustituir a AMLO como candidato del PRD. Hubiera sido interesante platicar sobre el punto. Lo malo es que esto era para Canal 40 y yo no trabajo para bandidos.

Personaje de la semana: Borola Ramírez de Sánchez Anaya (mañana nos explayaremos sobre este prodigioso camote producido por el gótico tlaxcalteca). Tarea para la próxima semana: trabajar. Conste. En eso quedamos.



¿Qué Tal Durmió? CCCLXXI


He estado pensando. Resulta que un seráfico personaje me escribió todo escandalizado para preguntarme ¿cómo me atrevía yo a decir que los feminicidios en Juárez iban en aumento?. Después de pensarlo, digo lo siguiente: cada muerta que aparece implica un aumento y por eso me atrevo a afirmarlo. Siga durmiendo.



Cualquier correspondencia con esta columna plena de fervor laboral, favor de dirigirla a germandehesa@prodigy.net.mx o al Apartado Postal 19-111, Delegación Benito Juárez, México D.F. (D.R).

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040922

Gaceta del ángel
Por Germán Dehesa


Una velada con Epimeteo

Por alguna razón que, en su momento, ya expliqué, uno de mis amigos del alma ha decidido llamarse Epimeteo (el hermano de Prometeo. Si éste encarna la inquietud, la inventiva, el progreso, el futuro, el cambio y la creatividad; el sosegado Epimeteo atisba en el pasado, rescata lo mucho que tiene de rescatable, descree del progreso y defiende lo ya obtenido. Opino que ambos son necesarios y que uno de los elementos principales del actual desasosiego del mundo consiste en el exceso de Prometeos y la escasez de Epimeteos). Creo que con lo dicho bastará para hacerse una idea del talante espiritual de mi amigo Epimeteo y de su decisión de llamarse así cuando, en realidad, es igualito a Abraham Lincoln y además posee por nacimiento un nombre bonito y muy tronador. Todo lo dicho hasta aquí es ambientación. Procedo ahora a exponerte, lectora lector querido, los motivos que me han empujado a traer de regreso a estas páginas al noble Epimeteo.

Voy. Entre las peculiaridades de mi vida está la de ser suscriptor (¡y lector!) de una ardua revista llamada "Ixtus" dedicada a explorar la cultura y el pensamiento cristianos de la actualidad (todavía nos quedan algunas suscripciones, apresúrense). Bueno, pues en esa revista animada por la hermosa inteligencia de Javier Sicilia, colabora el antedicho Epimeteo. Es correcto avisar que se trata de una publicación cuya lectura puede ser pedregosa, pero siempre es fructífera. En el viaje que emprendí para enfrentarme con el Real Madrid, llevé conmigo el ejemplar que acababa de recibir. El nocturno avión me dio tiempo sobrado para leerlo de cabo a rabo. Ya se imaginarán que llegué a Madrid con cara de loco místico estilo Rasputín. Después, a golpe de Jabugo, me repuse y archivé las teológicas cuestiones.

De regreso en mi sureño condado, organicé una amable velada a la que asistió Epimeteo quien abrió violentamente los ojos cuando le aseguré que me había recetado el número completo de "Ixtus". Te admiro, me dijo; pero me dijo algo más importante: yo ya sabía el tipo de ladrillazo que le íbamos a propinar al lector y por eso yo decidí escribir acerca de Rossini y de su implacable alegría. Y añadió: no venía muy a cuento mi colaboración, pero el lector necesita alivio y felicidad. En ese momento, experimenté el irrefrenable deseo de darle un abrazo a mi amigo. Me contuve porque Epimeteo ha de medir unos 60 centímetros más que yo. Recuerdo que pensé: vamos a parecer Fox y Sojo y pues nomás no va, no checa.

Lo que yo quería avisarte, lectoraza y lectorazo, es que yo me encuentro totalmente imbuido en el espíritu de mi amigo Epimeteo. Cotidianamente los medios electrónicos y gráficos nos sepultan a ladrillazos. Entiendo que la actualidad política del mundo y del país está como para que a todos se nos chispe la cuiria. Agradezco, leo y aprecio a los que se encargan de suministrarme rectamente la información referente a estos graves asuntos e igualmente agradezco los comentarios y reflexiones inteligentes y honestos en torno a ellos, pero entiendo que alguien se tiene que quedar a cuidar la alegría y alguien se tiene que encargar de no tomarse las cosas tan en serio. Realmente me propongo asemejarme a Rossini y a Epimeteo. En mitad de los rumores, las balaceras, los discursos tramposos, los engolados heroísmos, a mí lo que me gustaría sería componer una pequeña música sonriente que inaugure nuestro día y lo haga digno de vivirse.



¿Sospechosismo Nosotros?



Muy atinado estuvo el Secretario Creel al señalar el advenimiento de este nuevo flagelo que azota a la sociedad mexicana: el sospechosismo. Yo, no es por presumir, pero ya sospechaba que también traíamos ese destructivo mal. Desde que leí que los de Azcapotzalco sospechaban de los aztecas, los indios de los españoles, todos de los negros, el virrey del arzobispo, el corregidor de su señora, Villa de Obregón, Camacho de Córdoba, mi vecino de mí; de inmediato hice mi certero diagnóstico: aquí hay sospechosismo. Es más: sospecho que la palabra sospechosismo no existe.



¿Qué Tal Durmió? CCCLXXIII



Vendettas, balaceras horrendas en espacios civiles, los policías metidos a escoltar narcos, crímenes de toda índole... la justicia mexicana sale momentáneamente de su sopor y dictamina: otro ajuste de cuentas. Dicho esto, vuelve al sueño de los injustos.



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040925

Gaceta del ángel
Por Germán Dehesa


Caligrafías

Me gustó este título para continuar la conversa "Mujeres a mujeres" que principiamos el día de ayer. Además, algo diremos acerca del olvidado arte de la caligrafía que, si se mantiene vivo entre nosotros, es para no variar y según mi experiencia, gracias a las mujeres. Pienso en esto que he dicho y de inmediato mi memoria baja su diablito de aquella primera carta que recibí de mi exposa La Tatcher en aquella tempranísima época en la que fervorosamente me andaba correteando. Yo hacía lo propio con ella y esa carta significó un notable avance, no tanto por su contenido sino por el imperio de su inconfundible caligrafía picuda del Sagrado Corazón. Eso fue lo que me pudo y eso es lo que recuerdo. Esos disciplinados trazos, esos Alpes de tinta, ordenaban una declaración y un rendimiento instantáneos. Ahí conocí el poder de la caligrafía. Sucumbí.

Todo lo que escribo cuando estoy en el extranjero, o lo que invento para mi propio gobierno y regocijo lo hago de modo manuscrito. Con ninguna otra técnica obtengo la confortable sensación de estar dibujando mi pensamiento (o lo que ocupe mis neuronas); pero con todo y el ejercicio, mi caligrafía se va deteriorando por acción de la prisa y los bolígrafos. Ni de lejos estoy calificado para competir con mi amiga Blanca Luz quien, no conforme con ser poeta de altos vuelos, posee un vasto arsenal de plumas, plumones, pinceles y tintas de todos los colores y así, el original de cada uno de sus poemas, aún antes de ser leído, es ya un pasaporte a la belleza. Algo similar debo decir de esa real mujer llamada Laura Restrepo. No ha mucho, la entrevisté para que me platicara de su novela "Delirio". Ella accedió, fue sensible, paciente, divertida y goapíssima (pero ya lo era). Al término de la faena, le pedí que me autografiara mi ejemplar y ella, para mi sorpresa, sonrió y puso cara de enorme felicidad; tomó el libro, se retiró a un apartado rincón, de su bolsa extrajo extraños instrumentos con los que se puso a elaborar la solicitada dedicatoria que es a la vez un mensaje perfectamente legible en español y un delicado hexagrama del I Ching. El libro está conmigo y por una parte me enamora, aunque por otra me produce relámpagos de vergüenza cuando a mi me solicitan una dedicatoria. Ni modo: contra la base por bolas y la buena caligrafía no hay defensa.

Hago un intermedio para enviar un aviso a todas las usuarias de esta columna: entre ustedes, muchachas, imagino que hay cientos, quizá miles, que querían todo conmigo, pero que fueron aplazando su solicitud. Casi cinco años tuvieron para enviarla y no lo hicieron. Lo siento. Yo estaba dispuesto a la gozosa reciprocidad, pero ahora, como ya le advertí a mi amiga "La Piyamitas", todo ha cambiado; ahora ya está libre Gloria Trevi y como comprenderán, tengo mis prioridades. ¿Ven lo que ocurre, chicas, por su mexicana manía de dejar todo para lo último?.

Sigo en el intermedio. Anoche vi durante diez minutos un programa de TV que es una infamia cometida a nombre del muy supuesto humor. El videoprobio se llama "El Hospital El Paisa" y es tonto, es inverosímil, homogéneamente fallido, pero, como premio adicional, el capítulo de este miércoles nos desenchufó súbitamente la sinapsis con la presencia (a su modo milagrosa) de Irma Serrano. Me espanta esa señora, no tan sólo ha de tener una caligrafía horrenda, sino que ella misma es un error de ortografía de la genética. En esta semana, precisamente en esta semana, en la que México ha sido sede de un notable encuentro sobre las funciones públicas que han de cumplir los medios, teníamos que padecer este bochorno y el que complementariamente nos producen el resto de los programas "cómicos" de la TV y aquellos otros dedicados al sensacionalismo y a los chismes. Para tranquilidad de mi amigo El Gordo, reitero mi tesis de ayer: hay de mujeres a mujeres.

Vuelvo y remato con la caligrafía: la redención nocturna llegó gracias a un libro de mi amiga Amparo. La caligrafía de la dedicatoria supera a la de la Restrepo y el libro en sí es un espejo de agua donde temblorosamente se reflejan el Buda, la luna y el rostro de mi amiga.

Además hoy tenemos que cumplir las labores propias de nuestro sexo. Con muy buena letra, HOY TOCA.

¿Qué Tal Durmió? CCCLXXV

Me da igual. Ojalá y despierten en el Hospital El Paisa.



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040927

Gaceta del ángel
Por Germán Dehesa


¡Hijos del domingo!

Quizá mi memoria haya entrado en fase de desmoronamiento (la ausencia de nicotina la tiene más perforada que las porterías de América, Pumas y Guadalajara), pero todavía creo recordar que en el México de los años cincuenta, bajo el contrastado y jarocho poder de Miguel Alemán y Adolfo Ruiz Cortines, los buenos padres reunían en torno suyo a sus buenos hijos y así, el día del Señor transcurría en una atmósfera quizá levemente caciquil, pero profundamente serena y, todo sea dicho, brutalmente aburrida. Era el día familiar por excelencia. Las lectoras y lectores subsetenta podrán dar fe de estos tumultuosos domingos habitados de parientes por todas partes. El espíritu de López Velarde descendía sobre nosotros con el ópalo insigne del atardecer.

En el siglo XXI, aunque vivimos de pelo suelto y en el prematriarcado, susbsistimos algunos diplodocus que quisiéramos ser buenos padres, aun a sabiendas de que hace un buen rato que nuestro papel ya no es protagónico (por lo pronto, somos personajes incidentales y sustituibles; pronto seremos "coristos") yo decidí revivir el antiguo ceremonial e inflamado por este genético ímpetu, amanecí este domingo y me dije: hoy es la oportunidad ideal para reunir a los cuatro frutitos de mi vientre de modo que todos, con electrónico espíritu ecuménico, nos reunamos en torno a la pantalla y compartamos el júbilo del triunfo de los Pumas sobre el Cruz Azul. Así me dije y actué en consecuencia.

Eché mano a la cintura y un celular saqué. Mi primogénito Canito me contestó con voz de pecado y desvelón. Como bien dice mi amigo el Impronunciable: no hay crudo feliz, aunque he de decir en honor del mayor de mis productos que él nació pre-etilizado, jamás bebe, pero se divierte y se desvela cual orate. De esto nacen sus crudas. Le dije por el teléfono: no te duermas mientras hablo, menso, y dime si te parece bien que veamos juntos el partido de los Pumas. Y él con voz algodonosa: menctaría, pedyaqued cnunscuats. Traducción: no puedo. Bueno, me dije mientras colgaba, yo tenía cuatro gatitos, ya nomás me quedan tres. La admirable Viruta ya estaba en plena vigencia diurna, pero, según me informó, estaba sitiada por el Maratón y además no tenía la menor voluntad de abandonar la paz de su retiro. En ese momento se presentó ante mi acatamiento el laberíntico Bucles que de inmediato accedió a ver el futbol conmigo (y de inmediato se puso a urdir a ver a dónde se largaba). Con la Pequeña Carlos, mi dominical ímpetu de paternidad adquirió dimensiones trágicas. Junto a mí, el Rey Lear es el gobernador de Tlaxcala. La procuré telefónicamente y mi amada esposa me dio una noticia estremecedora: ella ya ha de estar en el estadio, se fue con unas amigas. Al poco rato me habló la enaneta, su voz apenas se oía en medio de los aullidos de los marqueses de la porra Plus y los duques de la Rebel: eres un aguado, deberías estar aquí, pero para que veas, acabando el partido paso a celebrar contigo. ¿Qué les parece?, como muchos de ustedes, fui víctima del tetrabandono. Como ya es sabido, la Jaguara considera una sacrílega ofensa ver más de 20 segundos de futbol. El caso es que acá su uei no tuvo más compañía que la caritativa presencia de mi amigo xalapeño. Ahí estábamos los dos frente a la tele como pericos en percha. Parecíamos los viejitos de los Muppets. En algún momento, el fementido Bucles se asomó, se despidió y se largó. Minutos después de concluido el holocausto universitario (y eso que estábamos celebrando los 50 años del equipo), apareció la Pequeña Carlos e hizo una declaración terminante: los Pumas son unos babosos. Dicho esto, desplomóse en un sillón, se hizo bola y se cuajó. Ahí sigue y aquí sigo yo tenazmente convencido de que quiero ser un buen padre, ya nada más me faltan los hijos.

El Aile

Fui a visitar a mi Aile en las estribaciones del Ajusco. Me recibieron mucho mejor que al Dalai Lama. Comí regiamente y comí tanto, que estaré en ayuno el resto del sexenio. Tanto comí, que ya no pude visitar a mi árbol amado. Desde aquí lo saludo y lo encargo en las amorosas manos del matrimonio que lo cuida.

¿Qué Tal Durmió? CCCLXXVI

La violencia contra las mujeres no es, ni por mucho, exclusiva de C. Juárez. Hay por lo menos otras diez ciudades de la República donde esto es escandaloso. ¿Qué hacemos?.



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040929

Gaceta del ángel
Por Germán Dehesa


El milagrito

Vivimos de puro milagrito. Esto es aplicable para todo el género humano, pero especialmente pertinente para los mexicanos y una deslumbrante y rigurosísima verdad para los que habitamos en la capital. Aquí vamos de milagro en milagro. Algunos políticos todavía hoy se atreven a hablar, sin que les gane la risa, del "milagro mexicano". Ellos no lo saben, pero tienen razón: amanecemos (los que amanecemos; esto es como aquello que decía el Piporro "nomás blanqueaban los cerros de puros encalzonados" y Eulalio añadía: bueno, blanqueaban los que tráiban, los que no, pues nomás negreaban); decía yo que amanecemos, respiramos, vivimos y sobrevivimos por razones totalmente prodigiosas e inescrutables; esto es el verdadero milagro mexicano. Demos gracias al Señor.

Pero ya tiré p'al monte cuando iba por el camino real. Regreso. Lo que hoy quiero platicarles se refiere al gusto y a la emoción que me producen los llamados ex -votos y más comúnmente, "milagritos". Encontrarlos en alguna iglesia es aviso inequívoco de que ese templo ya ha sido consagrado por el tiempo y por la gente pobre que son dos fuentes de consagración mucho más efectivas y legítimas que las aspersiones acompañadas de bisbiseos en alguna lengua ininteligible. Del mismo modo, encontrarlos en la tienda de algún anticuario me parece un ínfimo sacrilegio. Los interesados en el tema pueden leer una bellísima novela de Jorge Amado que se titula "La tienda de los milagros" (Ed. Losada). Todos conocemos estos milagritos y a todos nos conmueve la mezcla que contienen de asuntos sagrados y profanos. "Doy gracias al Señor porque después de haber pasado con un hombre una noche apasionada, luego no pasó nada", así dice uno de estos minúsculos retablos que mi memoria conserva. Por todo el país encontraremos muchos miles y en cada uno habrá no tan sólo la almendra de una novela, sino también su primera ilustración. El que cité renglones arriba muestra una cama revuelta en una habitación. Se trata de lo que ahora los pitucos llaman "arte naif". Como los milagreros dibujan exactamente como dibujo yo, me veo forzado a declarar que se trata de un arte contundentemente realista: así les sale a ellos y así me sale a mí. Me subyugan los milagritos.

En mi colaboración de ayer, terminaba yo diciéndoles que lo único que faltaba era que ganaran los Dallas. Ya no falta. Ganaron y estoy ahogado de deudas. No me importa. La verdad es que me divertí como loco, reuní a un bello y coleccionable grupo de orates y oratas y gozamos mucho más que los diputados perredistas en el Informe. El momento estelar y sagrado de esta asamblea corrió a cargo de una exquisita cuata dedicada a sorprenderme cada vez que la encuentro. La sorpresa de este lunes en la noche la plantearé en lenguaje mexicano: ¿pues no se fue esta loca a la Lagunilla a visitar a un artista milagrero para que le diera color, textura y texto a los múltiples males y enfermedades que me han azotado?, pues lo hizo. No saben: el resultado es maravilloso. La parte pictórica es insuperable, el texto impecable, pero además, en pleno barroco mexicano, en el marco hay unas pequeñas reliquias plateadas de un corazón, unos pulmones, un cerebro (porque, según ella me explicó: "también estás muy mal de tu cabecita") y algunos amuletos indispensables (gracias a Dios no puso una prostatita). Estoy verdaderamente encantado con un regalo así y se me ocurre que todos los mexicanos tendríamos, en este día con día tan sorpresivo, crispante y telenovelero; todos tendríamos insisto, aunque fuera como pura elaboración mental, que dibujar y pintar cada noche nuestro milagrito y ponerle al pie de la imagen unas cuantas palabras que formulen nuestro enorme agradecimiento por seguir en la vida y por tener amigas y amigos tan zafados y tan entrañables. Demos gracias al Señor; podéis ir en paz, el milagrito ha terminado.


La Negrita Sandía


Pues resulta que Doña María Rubio de Hendricks también quiere ser gobernadora, pero ella de Quintana Roo. ¿Se imaginan?. No olvidemos que a ella su marido la metió al manicomio. Si llega a la gubernatura, ¿qué no le hará la Negrita Sandía a su coscolino cónyuge?. ¡Ahh, qué hermoso es vivir en el trópico!.


¿Qué Tal Durmió? CCCLXXVIII

Supongo que los señores de la justicia siguen dormidos, pues no nos dan razón ninguna de los feminicidios.

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041011

Gaceta del ángel
Por Germán Dehesa


El espantatiburones

En la situación actual, el fin de semana ya no es el principio de nada. Frío, neblina, lluvia empecinada y el Bucles exigiendo su película y pidiendo su canción. Si por mí fuera, me hubiera quedado en mi vasto lecho viendo béisbol de manera obsesiva (de una vez hago mi pronóstico: la Serie Mundial será entre Medias Rojas y Cardenales y la ganarán los de Boston. Si quieren apostar, hablen con Jorge Birhank que es el que me lleva estos asuntos). Tendría que haber permanecido en mi camota, pero nos encanta (y necesitamos) creer que, en nuestra ausencia, el mundo se atasca primero y luego se desmadeja. La Jaguara y su Charro Negro veníamos de una semana pletórica de afanes, emociones, trabajos y congojas. Tocaba descansar. Pues no. El sábado a las diez de la mañana, ya estábamos en intensa ebullición. Teníamos muchas tareas pendientes y más nos hubiera valido que así se quedaran. Comparto ahora con ustedes uno de los tantos frutos de mis sesenta años de experiencia: si estás de pie y te echas a andar y en lugar de humano te sientes medusa flotadora y experimentas la sensación de que estás soñando con un lugar llamado Periférico, créeme, lectora lector querido, que ha llegado la hora de regresar a la cama y dormir con antifaz.

De toda la jornada, sólo recuerdo que visité en el hospital a mi amigo Caíto, que estuve en un cine en bonita excursión familiar para ver "El Espantatiburones" (bien hecha, divertida y con la infaltable basura ideológica yanqui). Ya que tocamos este punto, recuerdo también que los pérfidos Yanquis de Nueva York volvieron a hacerle la perrería a los patéticos Mellizos dirigidos por un megababas igualito a Tzekub Baloyán (llegar a la octava entrada con ventaja de 5-1 y terminar perdiendo 6-5 es claro indicio de disfunción neuronal).

Muchas cosas más hice en este sábado sin huella y más podría haber hecho si no estuviera viviendo en la zona cero, esa que está delimitada por el Periférico, Las Flores, las obras y San Jerónimo. Observo con horror que los que vivimos en esta zona cero ya optamos por el aislamiento, la pérdida de todo vínculo con el mundo, por ¡la castidad! y la consecuente postración anímica. Vivir así influye de modo muy negativo en nuestro humor y estado de ánimo. Observo que en los buenos tiempos, para que yo hiciera un coraje tenía que procesar la bilis a lo largo de una semana; hoy reclamo para mí el derecho de ser el inventor de la bilis instantánea y en aerosol. El Jefe Diego es un aparato de bulbos al lado de mi pasmosa capacidad para lograr pasar, en nanosegundos, de la sosegada placidez a la llameante ira con fuego en los ojos y sangre en las comisuras (entre la presencia de la Padierna y la ausencia de la nicotina estoy como Don Roque o como los jabones exfoliantes: ¡le rajo la cara a cualquiera, maldita sea!). Soy el único y verdadero Espantatiburones.

Al primer escualo al que me encantaría aventarle la asiática bronca es a un plomito que se llama Ren Jingyu y aunque podría ser villano de película de James Bond, en realidad trabaja de "Embajador" de China. Primero apareció el gran Derbez con su habitual mirada huidiza y sus palabras blandengues para explicarnos que los chinos entendían y respetaban nuestras amabilidades con el Dalai Lama. Al ratito apareció Ren Jingyu, agarró el micrófono y nos regañó (¡háganme el c. favor!). Según el primo de Lin May, somos una bola de ignorantes que nos dejamos apantallar por todos y que sólo esto explica la cantidad de fiestas que le hicimos al Dalai. Ante esto, Derbez reaccionó con firmeza y gallardía y dijo que iba a pedir, mediante nota diplomática, una explicación. No entiendo por qué no le dijo que, ignorantes o no, los mexicanos invitamos a nuestra casa a quien se nos da la gana, le hacemos las fiestas que mejor nos cuadren y que no estamos dispuestos a permitir que un furris Embajador nos regañe. Yo así le hubiera dicho y, para no faltar al protocolo, hubiera añadido: pinche chino metiche.

Aprovecho el viaje y la dentellada para añadir mi firma al desplegado "Llegó la Hora" que exige un cambio a fondo en la televisión mexicana, tan vulgar, tan tonta, tan mercachifle y tan irresponsable.

¿Qué Tal Durmió? CCCLXXXVI

Cayó Ponce. Se entiende la urgencia política de aprehenderlo. ¿Y como para cuándo esclarecerán los feminicidios?.

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