Caricatura del periódico jordano Al Ghad (en sentido contrahorario): "Este es antisemita. Este es racista. Estos son libre expresión".
Fuente: Wikipedia
El asunto en discusión es (o debería ya ser) de dominio popular. Leyendo al respecto, me vengo a encontrar con que, sumándose a la indignación de los musulmanes por la ofensa del periódico danés, ahora tenemos la indignación de los pensadores libres del mundo, frente a la negativa de algunos medios a reproducir las imágenes de la discordia "por respeto" al Islam, arguyendo que este respeto nunca ha existido hacia cristianos, católicos, budistas o ningún otro religioso cuando se trata de temas que para ellos son incómodos.
¿Qué es realmente lo que los pensadores quieren, entonces? ¿Respeto para todos, u ofensas para todos?
A esto, yo respondo: Globalización, mis polainas. La gente en diferentes lugares tiene diferentes culturas, diferentes idiosincrasias. Resulta grosero y arrogante pensar que podemos tratar a personas de culturas distintas de la misma manera en que tratamos a las personas en la nuestra. Cierto, la libertad de expresión es un derecho de todos, pero ¿por qué insistir tanto en atacar lo que para un grupo tan grande de gente es lo más sagrado del mundo? Dejando de lado, claro, que entre las cosas que este grupo tan grande de gente considera sagradas está defender su religión hasta las últimas consecuencias. Los pensadores libres responden a la queja de los musulmanes ("nosotros somos respetuosos de sus religiones") diciendo que Jesucristo, Buda, Yavé, Jehová, etc. han sido caricaturizados (en prensa, televisión, cine, etc.) por años. No mencionan que los musulmanes no tuvieron nada que ver en esto.
Occidentales y pensadores libres del mundo, me gustaría invitarlos a tomar el marcador rojo más cercano a su corazón y escribir en algún lugar lo siguiente, en letras mayúsculas, negritas y subrayadas: los musulmanes no toman los asuntos religiosos a la ligera. SEAN RESPETUOSOS. Decir "pero los católicos/budistas/judíos/paganos sí son llevaditos" no es un argumento válido. Ilustrar a Mahoma como un terrorista no fue una sabia decisión (como no lo es probar el punto original de los caricaturistas, debo añadir), como no lo sería ilustrar un "negrito sandía" o una svástica (gracias por la ilustración de mi punto, periódico jordano Al Ghad).
Regreso al punto anterior: la libertad de expresión es un derecho de todos, pero ¿en este caso, vale la pena? ¿las embajadas quemadas, las amenazas de muerte, los boicots, valen la pena? ¿Por una caricatura de la piedra angular de la vida de toda una cultura con una bomba en la cabeza? Tienen el derecho, y pueden decir lo que quieran; ¿es necesario hacerlo de una manera ofensiva?
La libertad de expresión implica una responsabilidad muy grande. Una de las reglas más importantes de la comunicación es que hay que conocer al público objetivo. En estos tiempos modernos, el público puede llegar a ser el planeta entero. Sean conscientes. Sean respetuosos. Sean responsables.
Ya empezó.
Lecturas (muy) levemente relacionadas:
San Agustín
The Mulslim Issue
Buen comentario, una posición sensata sobre el tema...
ResponderBorrarsaludos...