[No entiendo nada] ...no lo podré llevar
Dejaremos de pescar huachinango
Y podras entrar con tenis y pants
Y si quieres venir a visitarme
en Brasil no me vas a encontrar
Al mundial, vamos todos al mundial
Al mundial porque el tri va a triunfar
Con banamex y MasterCard y sus tarjetas
prepara las maletas, vamos al mundial
Al mundial, vamos todos al mundial
Con Banamex y MasterCard haz tus maletas
Usa tus tarjetas, vamos al mundial
El lugar donde los sueños se hacen realidad, los quejitos se escriben en mayúsculas y la gente llega en su mayoría porque odia a Banamex.
29 de junio de 2006
24 de junio de 2006
Nos vamos del mundial, nos vamos del mundial...
Yo misma fui de las primeras en no esperar nada de México para hoy. Fui de las primeras en reírse de cuánto comercial decía que México iba por la corona (fuera de la cerveza, realmente; y es que en realidad, cabeza de serie o no, México aún está muy lejos de una final).
Ni bien había terminado el partido contra Portugal y yo ya daba a México por muerto ante Argentina. Es la verdad. No esperaba que un equipo que se retorció frente a Angola, y aún peor, frente un Portugal que jugó por trámite, hiciera un papel siquiera decente frente a Argentina, favorito que además venía arrasando (a Serbia y Montenegro, pero arrasando a fin de cuentas).
Pero crédito a quien lo merece: Qué bien jugó México.
Creo que es una muestra de la triste situación de TV Azteca (por no decir del periodismo nacional) que terminando el mejor partido que haya jugado México, se le pregunte al capitán del equipo qué siente de haber decepcionado a todo el país. Habla por ti mismo. Yo no estoy decepcionada, al contrario: estoy gratamente sorprendida. No, no apoyo el conformismo ni apruebo de la derrota; pero creo que lo que hoy mostró el equipo mexicano es el espíritu con el que hay que llegar a cada partido; la entrega, la mentalidad con la que hay que jugar cada juego, y en general, realizar cada tarea: con los ojos en la meta, y la confianza en que en el terreno hay veintidós hombres iguales, sin importar de dónde sea cada once. Siempre hay críticas, siempre hay descalificaciones y ataques a lo mal que juega México. Hoy perdió, no por ser inferior, sino porque en el futbol, como en cualquier juego, siempre alguien pierde y alguien gana.
El empate con Angola fue vergonzoso, y lo mismo la derrota frente a Portugal, porque el equipo jugó mal, cometió errores, se desesperó, lo que sea. Hoy la cara fue otra. La actitud fue diferente.
Como dijo Ana en otro lugar, México no ganó frente a Argentina, pero tampoco fue derrotado.
Ése es el espíritu.
Ni bien había terminado el partido contra Portugal y yo ya daba a México por muerto ante Argentina. Es la verdad. No esperaba que un equipo que se retorció frente a Angola, y aún peor, frente un Portugal que jugó por trámite, hiciera un papel siquiera decente frente a Argentina, favorito que además venía arrasando (a Serbia y Montenegro, pero arrasando a fin de cuentas).
Pero crédito a quien lo merece: Qué bien jugó México.
Creo que es una muestra de la triste situación de TV Azteca (por no decir del periodismo nacional) que terminando el mejor partido que haya jugado México, se le pregunte al capitán del equipo qué siente de haber decepcionado a todo el país. Habla por ti mismo. Yo no estoy decepcionada, al contrario: estoy gratamente sorprendida. No, no apoyo el conformismo ni apruebo de la derrota; pero creo que lo que hoy mostró el equipo mexicano es el espíritu con el que hay que llegar a cada partido; la entrega, la mentalidad con la que hay que jugar cada juego, y en general, realizar cada tarea: con los ojos en la meta, y la confianza en que en el terreno hay veintidós hombres iguales, sin importar de dónde sea cada once. Siempre hay críticas, siempre hay descalificaciones y ataques a lo mal que juega México. Hoy perdió, no por ser inferior, sino porque en el futbol, como en cualquier juego, siempre alguien pierde y alguien gana.
El empate con Angola fue vergonzoso, y lo mismo la derrota frente a Portugal, porque el equipo jugó mal, cometió errores, se desesperó, lo que sea. Hoy la cara fue otra. La actitud fue diferente.
Como dijo Ana en otro lugar, México no ganó frente a Argentina, pero tampoco fue derrotado.
Ése es el espíritu.
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